Gran sorpresa (y para muchas tristeza) generó la boda en Charleston, de Ryan Reynolds y Blake Lively, ya que, contrario a lo general, nadie habló nada al respecto y todos mantuvieron el tema en secreto.

 

Ahora se sabe que fue el despacho de abogados Lively´s el que se encargó de crear cláusulas muy estrictas de confidencialidad para cada empleado y proveedor, por lo que más valía cerrar la boquita que abrirla y tener una demanda multimillonaria.

 

¡Felicidades al novio! Y a la novia: grrrrrr