Los países más poderosos del planeta consideran que la crisis de los alimentos que actualmente golpea al mundo es preocupante, pero no representa una amenaza en el suministro global, no todavía.

 

Convocados por Francia, este lunes por la noche se llevó a cabo una videoconferencia entre representantes de esa nación, Estados Unidos, Gran Bretaña, México, como presidente del G20, el Banco Mundial, la OCDE, la FAO y la Organización Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias.

 

Los miembros del G20, que planean llevar a cabo su primera reunión de Respuesta Rápida para abordar este tema, decidieron esperar hasta que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos emita su informe respecto a los cultivos de septiembre para decidir con base en los resultados, si se debe de emprender una acción conjunta sobre este tema.

 

“Nos volveremos a comunicar a finales de septiembre. Voy a esperar los resultados dados por los Estados Unidos el 12 de septiembre en torno a las últimas estimaciones de suministros de maíz”, dijo el ministro francés de Agricultura y Alimentación, Stephane Le Foll, al canal de televisión BFM TV.

 

La semana pasada, el secretario de Economía, Bruno Ferrari confirmó que representantes de las naciones desarrolladas y emergentes más importantes del mundo tendrían una reunión urgente, probablemente en Estados Unidos, para abordar la nueva amenaza de una posible crisis alimentaria global, como la de 2008, que disparó los precios de la comida y provocó disturbios en los países más pobres.

 

“La situación actual del mercado es preocupante, sin embargo, no  hay ninguna amenaza sobre la seguridad alimentaria mundial”, agregó el ministro francés.

 

La decisión de esperar a que el informe del Departamento de Agricultura de EU sea emitido, fue tomada por altos funcionarios de Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, y el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa junto con los representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Banco Mundial, la OCDE y la Organización Internacional e Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI).

 

Durante la videoconferencia, convocada por el recién creado Sistema de Información del Mercado Agrícola (AMIS), se habló acerca de la sequía en los Estados Unidos que llevó a un eventual aumento en los precios del maíz y la soya. También de las consecuencias de la sequía que azotó Rusia, que llevó a una reducción de las cosechas de trigo.

 

En la reunión también se resaltó la estabilidad en los precios de otros granos como el arroz, que se mantuvo estable en comparación con 2008, año en que los precios de los alimentos provocaron disturbios en los países más pobres.

 

Respecto a esta disminución en las cosechas, que en México provocó una escalada de precios del maíz y puede llegar a desatar la segunda crisis de la tortilla en el país, Bruno Ferrari confirmó la participación del gobierno en estas conversaciones la semana pasada, e informó que las pláticas con Estados Unidos ya estaban avanzadas.

 

Otro de los temas abordados durante la reunión de los miembros del G20 fue la de la especulación de los impuestos en los alimentos.

 

A pesar de la decisión tomada por los asistentes a esta reunión virtual, Francia podría convocar  una reunión de emergencia debido a la escalada de precios en los alimentos a nivel global, y sobre todo en el comercio internacional.

 

El Ministerio de Francia para la Agricultura y la Alimentación dio a conocer en un comunicado que permanecerá atento:

 

“Stephane Le Foll permanece vigilante a cualquier nuevo elemento, principalmente el próximo informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que podría justificar una convocatoria urgente para un foro”.