La Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal clausuró de manera temporal diez establecimientos mercantiles del Centro Histórico donde se constató que arrojan deshechos, aceite y grasa al drenaje, que al compactarse bloquean el desagüe y provoca encharcamientos e incluso inundaciones en esa zona.

 

Al encabezar un “operativo anti-grasas” en restaurantes y cantinas ubicadas en el primer cuadro de la capital, el titular del ramo, Elías Miguel Moreno Brizuela dijo no se trata de perjudicar a los comerciantes, por lo que los comercios podrán ser reabiertos, una vez que cumplan con las medidas de Protección Civil.

 

Entre los establecimientos que fueron suspendidos de manera temporal están el Restaurante El Cardenal, ubicado en la calle de Palma; así como un Potzolcalli y algunas sucursales del Kentuky Fried Chicken.

 

Previo a esta suspensión temporal, Moreno dijo que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), constató el riesgo inminente que hay en estos establecimientos mercantiles en materia de protección civil.

 

“Hay diez establecimientos que tenemos detectados y que vamos a proceder a su cierre como suspensión temporal por riesgo inminente en materia de Protección Civil”, destacó el funcionario.

 

Moreno Brizuela expuso que todos los comercios mercantiles están obligados a contar con trampas de grasas, la cuales deben ser revisadas constantemente, aunque dijo “se ha constatado que algunos comercios se desatienden o bien, carecen de éstas”.

 

Dio a conocer que ya se cuenta con otros lugares de la zona sur de la capital donde se ha detectado que no cumplen con estas medidas de seguridad, empero se reservó los sitios, para no alertar a los comerciantes.

 

Acompañado de funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y del Sistema de Aguas local, Moreno Brizuela precisó que una inundación en el primer cuadro de la capital afectará sin duda los comercios, “pero algunos no entienden, y debemos hacernos entender de alguna manera”.

 

Finalmente indicó que en la zona del centro se han presentado reiteradamente encharcamientos e inundaciones, pese a los operativos contra la basura, de ahí la necesidad de evitar daños mayores al drenaje con la colocación de trampas de anti-grasa.