El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) aconsejan a los países a prepararse para la posibilidad de enfrentar mayores precios de los alimentos en los próximos meses, aunque por el momento los organismos ven pocas señales de una crisis extendida como la ocurrida entre 2007 y 2008.

 

Ante un panorama en el que Estados Unidos vive la peor sequía en medio siglo y os flojos cultivos en el Mar Negro los precios del maíz, trigo y la soya se incrementaron en todo el mundo. El único cereal que se ha salvado de los incrementos hasta el momento es el arroz.

 

Directivos del Banco Mundial sostienen que el mundo posee alimentos suficientes pero dado que el clima es cada vez menos predecible, si algo extraordinario pasara, el mundo se encontraría en una situación difícil.

 

Los datos del Banco Mundial muestran que los costos de los alimentos en general son más altos pero todavía no llegan a los niveles históricos de 2007-2008, que llevaron a millones a la pobreza ante el alza generalizada del precio de la comida, al tiempo que se disparaba el costo del petróleo. Los efectos de las crisis de 2008 se disiparon a medida que se intensificaba la crisis financiera global y la demanda se moderó.

 

La actual escalada en los precios de los granos se produce en momentos en que la economía mundial se desacelera, la eurozona está sumida en problemas y el desempleo es más elevado.

 

 

Con información de La Jornada