La Arquidiócesis de México consideró que los nuevos integrantes de la LXII Legislatura deberán trabajar en ganarse la confianza de la ciudadanía, que experimenta, “no sin razón”, un desconocimiento y desprecio por los legisladores; de ahí que llamó a que la llegada al Congreso de la Unión  no se trate solamente de un “arribismo”, sino que engendre acuerdos y compromisos republicanos.

 

En el editorial del semanario Desde la Fe, asentó que “los coordinadores de cada uno de los partidos, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, tienen frente a sí un importante reto para generar las oportunidades de diálogo y apertura en los temas parlamentarios que son de imperante importancia para el desarrollo del país”, subrayó.

 

La Arquidiócesis, encabezada por el cardenal Norberto Rivera, apuntó que entre los temas que se tendrán que atender con “sensible urgencia” están los referentes a las reformas en materia de seguridad, trabajo, energía, fiscal -que sea algo más que un remiendo-, el combate a la pobreza y la corrupción.

 

Por esta razón, agregó, uno de los mayores retos del gobierno mexicano es el de recuperar la valorización positiva de las instituciones del Estado en materia de gobernabilidad, sustentabilidad y bienestar social; así como la consolidación de la democracia como modelo perfectible de gobierno y de participación ciudadana; el combate a la corrupción, al crimen organizado y a la violencia en todos los ambientes de la población.

 

“No es tiempo de triunfalismos y arribismos en la Cámara de Diputados y senadores, es tiempo de acuerdos y compromisos republicanos, es tiempo de mayor visión y altura frente a nuestra ya bicentenaria historia como nación”, remarcó.

 

El escrito semanal aseveró que es imperioso que los órganos representativos de la sociedad mexicana tengan más receptividad de las carencias que laceran a la mayoría de la población, además de demostrar sensibilidad y preocupación por la construcción de justicia y dignidad para comunidades y poblaciones que continúan azotadas y dominadas por la marginación, la pobreza, el crimen organizado y el miedo.

 

El Arzobispado afirmó que en la pasada jornada electoral quedó de manifiesto la voluntad del pueblo mexicano en dotar de representatividad a varias expresiones partidistas, y con “un voto diferenciado”, urge al ejercicio del poder la búsqueda de equilibrios parlamentarios y, con ello, la necesaria apertura al diálogo, escucha y negociación en los temas primordiales para el futuro inmediato y a largo plazo del país.