Washington. La condena a dos años de cárcel contra las tres integrantes del grupo de punk ruso Pussy Riot es un “golpe amargo” a la libertad en Rusia, afirmó hoy la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI).

 

La sentencia emitida este viernes contra Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, “es una farsa”, dijo la directora de campañas y programas de Amnistía Internacional, Michelle Ringuette.

 

Las jóvenes, que se declararon no culpables, fueron encontradas responsables del delito de “vandalismo por odio religioso” por irrumpir encapuchadas en febrero en la Catedral ortodoxa de Moscú, donde protestaron contra el presidente ruso Vladimir Putin.

 

“Virgen María, echa a Putin”, cantaron las mujeres en esa oportunidad mientras se desprendían de sus ropas hasta bailar en ropa interior y tocaban la guitarra.

 

Amnistía Internacional organizó el miércoles pasado una protesta frente a la embajada de Rusia en Washington para rechazar el juicio como parte de una campaña global que también apoyan artistas como Madonna, Sting, Bjork y la banda Red Hot Chili Peppers.

 

La decisión de declararlas culpables en medio de la indignación internacional, “muestra que las autoridades rusas no se detendrán para frenar la disidencia y reprimir a la sociedad civil”, lamentó Ringuette.

 

La organización de derechos humanos indicó en un comunicado que considera a las integrantes de Pussy Riot como “prisioneras de conciencia”, porque fueron juzgadas erróneamente en lo que considera como una “acción de protesta legítima” contra Putin.

 

Putin, quien el pasado 7 de mayo asumió la Presidencia de Rusia, por segundo periodo, ha sido criticado por grupos opositores de no respetar los derechos humanos y utilizar de manera selectiva la justicia para golpear a sus adversarios.