WASHINGTON. Luego de una investigación de 18 meses sobre el operativo Rápido y Furioso, un reporte preliminar de legisladores republicanos indica que cinco funcionarios de la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos comparten gran parte de la culpa por los fallos de la investigación sobre contrabando de armas en Arizona.

 

El primero de los que serán tres reportes dice que muchas personas en la cadena de mando de la agencia, denominada ATF por sus siglas en inglés, son responsables, pero la investigación destacó a cinco figuras clave en la controversia.

 

Los indiciados van desde el agente especial a cargo de la división de campo de la ATF en Phoenix hasta el director de la agencia.

 

En el operativo Rápido y Furioso, agentes de la ATF vigilaban a compradores testaferros de armas de fuego para tratar de llegar a los líderes de las bandas de contrabando. Los agentes no siempre lograron seguir el tráfico de las armas y algunas de éstas fueron halladas después en sitios donde se cometieron delitos.