Caracas. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) de apoyar el terrorismo por emitir un fallo a favor de Raúl Díaz y anunció que su país se va a retirar del organismo internacional “por dignidad”.

 

“Venezuela se retira de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por dignidad y la acusamos ante el mundo de ser indigna de llevar ese nombre de derechos humanos apoyando al terrorismo”, dijo Chávez durante el acto de celebración del Día de la Armada Nacional transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión.

 

El presidente de Venezuela ya anunció a finales de abril que Venezuela se retirará de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos” (CIDH), previa consulta al Consejo de Estado venezolano, por considerarlo un organismo parcial en contra de su país.

 

El mandatario mencionó el caso de Raúl Díaz, quien fue acusado por la Justicia venezolana de poner bombas en la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas en 2003, y condenado a nueve años de prisión aunque, recordó, “se fue para Estados Unidos huyendo de la Justicia” cuando había cumplido la mitad de la pena.

 

Chávez reclamó que la CorteIDH hubiera emitido un fallo contra el Estado venezolano y a favor de Díaz el pasado viernes por supuesta “violación del derecho a la integridad física” y “tratos inhumanos” durante la detención del acusado.

 

“Hace apenas unos días ha vuelto la inefable llamada Corte Interamericana de Derechos Humanos a atropellar a Venezuela, a atropellar el derecho internacional y a ofender la dignidad de todo un pueblo, el venezolano”, señaló el jefe de Estado, al reiterar que su país no tiene “más camino” que salir del organismo internacional.

 

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela rechazó hoy en un comunicado el fallo de la CorteIDH sobre el caso Díaz.

 

Según el comunicado, Díaz cumplió cuatro años y cinco meses de condena antes de recibir el beneficio penitenciario de únicamente pernoctar en prisión, condición que aprovechó para fugarse a Miami.

 

En el escrito se señala que la CorteIDH “continúa erosionando su credibilidad” al emitir una decisión “aberrante” en un caso “que nunca debió admitir” y reiteró que Díaz es “un terrorista” y que este organismo solo debe actuar una vez que se han agotado todos los recursos internos.

 

Según la CIDH, la detención preventiva de Díaz fue arbitraria, con una duración excesiva y sin un recurso eficaz de apelación.

 

La CorteIDH reconoció algunos de los argumentos presentados por Venezuela, como la falta de agotamiento de los recursos internos en lo que se refiere a la detención preventiva y la duración del proceso.

 

Sin embargo, sentenció al Estado por la violación del derecho a la integridad personal de Díaz debido a las condiciones de su reclusión y el deterioro de su salud.

 

El Tribunal ordenó a Venezuela que publique la sentencia y “adopte las medidas necesarias para que las condiciones de detención en el Control de Aprehendidos, actualmente Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), se adecúen a los estándares internacionales relativos a esta materia”.

 

Además, el Estado deberá pagar “determinadas sumas por concepto de indemnización por daño material e inmaterial” a Díaz, quien vive fuera del país pues asegura que teme por su vida.

 

Díaz ha sostenido siempre que nunca participó en los atentados, aunque reconoció que a finales de 2002 comenzó a asistir a protestas contra el Gobierno de Hugo Chávez.