Durante el tercer trimestre de 2004, HSBC México vendió más de 110 millones de dólares en cheques de viajero, cantidad que, de acuerdo con el departamento de Cumplimiento de la Institución, rebasaba lo expedido en Reino Unido, en Hong Kong o Estados Unidos.

 

“Debido a la emisión de una gran cantidad de dólares estadunidenses en cheques de viajero John Root, responsable de la Oficina de Cumplimiento de HSBC Group, envió un mail a Ramón García, jefe de Cumplimiento de HSBC México, y a Ramón Rochim, cabeza de la Unidad Antilavado de Dinero de HSBC, notificándole el enorme volumen de cheques de viajero que estaban saliendo de México y solicitando estar en guardia respecto al lavado de dinero”, dice el informe de la Subcomisión Permanente del Senado sobre Investigaciones de Estados Unidos.

 

“En el tercer trimestre de 2004 se han vendido más de 110 millones de dólares en cheques de viajero, una cantidad que eclipsa a la de HSBC en Europa, en el Reino Unido y que está en uno de los órdenes de magnitud más alta que cualquier otro, incluyendo Hong Kong y Estados Unidos. De hecho representa un tercio de los cheques de viajero que están manejados a nivel global (el Reino Unido representa otro tercio)”, cita el documento dado a conocer por el Senado el pasado 17 de julio.

 

El Senado de Estados Unidos acusa al banco británico de no haber puesto freno al blanqueo de dólares que durante años realizaron cárteles mexicanos a través de sus filiales. El informe indica que, entre otras cosas, los escasos mecanismos de control de la institución financiera y la falta de acción de sus reguladores permitieron que los narcotraficantes lavaran miles de millones de dólares a través de sus operaciones en Estados Unidos.

 

El documento dedica un amplio espacio a las operaciones que se realizaban mediante los cheques de viajero, que eran otorgados a nuevos clientes sin restricciones y en grandes cantidades:

 

“Es por ello que le solicito preparar un informe en el cual detalle para el grupo (HSBC Group), los procedimientos de lavado de dinero que actualmente están en vigor en el negocio”, solicitó en aquel mail John Root.

 

Como respuesta, Ramón García, jefe de Cumplimiento de HSBC México, respondió con un amplio informe que contiene datos detallados de los clientes y de la expedición de cheques de viajero en el país, el expediente estaba tan bien armado, que Root no solicitó información adicional.

 

El documento de 335 páginas explica que la expansión de estos instrumentos bancarios siguió en 2008, luego de que HSBC México decidiera dejar de vender dólares estadunidenses y de que Luis Peña, director general de HSBC en México recomendara hacer un mayor uso de éstos.

 

“En respuesta, el oficial de cumplimiento Warren Leaming advirtió que los cheques de viajero también plantean preocupaciones en materia del combate al lavado de dinero, y aconsejó reducir a 25 mil dólares los montos que pudieran ser depositados en cheques de viajero por cuenta de un cliente”, detalló el Senado estadunidense.

 

Estas advertencias no fueron las únicas que recibió la filial de HSBC en el país. En 2009, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) expresó su preocupación por los débiles controles antilavado de dinero por parte de la institución.

 

“A raíz de esto, HSBC reforzó sus políticas para la emisión de cheques de viajero. Después del 1 de enero sólo serían otorgados a clientes pre-existentes y pondría un límite en la cantidad que pudiera ser emitida en ellos”, detalló el informe.

 

En ese entonces, estas medidas fueron suficientes para el departamento de Cumplimiento de HSBC, por lo que Warren Leaming envió otro email al oficial en México:

 

“Te recuerdo que el tema de los cheques de viajero ha implicado históricamente un riesgo muy alto en temas de lavado de dinero. Estoy de acuerdo con que estas medidas serán suficientes, los límites en cantidad son razonablemente bajos y los controles muy fuertes, por lo que estoy seguro que no se abusará de estas reglas”, dijo Leaming respecto a HSBC México.

 

Posteriormente, en 2009 la Oficina Controladora de Divisas (OCC, por sus siglas en inglés), determinó que seguían siendo extrañas las emisiones tan elevadas de efectivo en cheques de viajero por parte de HSBC en México, por lo que aplicó otra revisión:

 

“La OCC determinó que se tenía que esclarecer las medidas antilavado de dinero que provenían de la emisión de cheques de viajero ya que identificaban varias deficiencias en sus requerimientos”, advirtió la OCC.

 

Otras de las observaciones es que se tenían listados varios depósitos que rebasaban el millón de dólares y que después de los cambios en las medidas antilavado de dinero, era más difícil realizar revisiones a estos depósitos, sobre todo en los denominados por la institución como Clientes con Categoría Especial (SCC).

 

Las autoridades estadunidenses rastrearon los cheques de viajero de varias cuentas, y hallaron que se gastaban en autos, en negocios de comida y, en algunas ocasiones, tiendas de juguetes en México.