BBVA Bancomer aseguró que las remesas de indocumentados mexicanos radicados en Estados Unidos están libres del lavado de dinero.

 

“Existen tres razones claras por las cuales los envíos de dinero desde Estados Unidos no tienen el riesgo de que son afectadas por el lavado de dinero hacia México”, afirmó Adolfo Albo, economista en jefe para México de BBVA.

 

La primera se centra en que las empresas emisoras de dólares tienen bastante supervisión y regulación en la Unión Americana y en el territorio nacional, lo cual complica a los lavadores, explicó el analista.

 

“Ello ha provocado que las personas que envían los billetes verdes debe identificarse y quien recibe también debe hacerlo”, dijo.

 

Otro es que cada una de las remesas recibidas en la República Mexicana son 318 dólares, considerados como montos muy pequeños, y entran a través de medios electrónicos, añadió el experto.

 

Y la última es que 70% de las remesas son usadas por los familiares de mexicanos para la subsistencia y consumo, el resto al mejoramiento de la vivienda y un escaso monto al emprendimiento de un negocio, precisó Albo.

 

“Hay una relación muy clara y directa de que los 20 mil millones de dólares de remesas que entran anualmente al país, son gastadas por los receptores mexicanos”.

 

Según Jorge Terrazas, director de Comunicación del BBVA Bancomer, los connacionales empleados en el mercado estadunidense hacen 10 veces al año envíos de dinero muy pequeños a sus familias en México.

 

“No es un mecanismo que pudiera ser de altísimo impacto como para que haya enormes cantidades de lavado de dinero. Las medidas de vigilancia nos hacen pensar que es seguro que conozcamos el origen de los recursos y destino de los recursos, aun cuando las familias que recojan el dinero no sean clientes de la institución bancaria”, dijo Terrazas.

 

Adolfo Albo manifestó que cuando ves todos esos conjuntos de protección se disminuye el riesgo de lavado de dinero en el envío de remesas, las cuales al cierre de este año sumarán 24 mil 380 millones de dólares.

 

El especialista resaltó que las remesas no sufrirán ningún impacto directo de la crisis económica ni de las políticas antinmigrantes aprobadas en seis entidades de la Unión Americana.

 

Aunque será hasta 2013 cuando las remesas de Estados Unidos a México logren niveles superiores a los registrados en 2007, año en que se alcanzó una cifra récord con más de 26 mil millones de dólares por estos envíos y no se sentían los efectos de la crisis económica mundial.