Un pacto de civilidad, respeto mutuo y no agresión acordaron representantes de los grupos laicos y tradicionalistas que habitan en la Nueva Jerusalén, Michoacán.

 

Tras reunirse en privado con el secretario de Gobierno estatal, Jesús Reyna, los grupos en conflicto también lograron convenir la permanencia de elementos de seguridad tanto estatales como municipales para garantizar la seguridad en la comunidad.

 

En entrevista, el funcionario michoacano aseguró que aunque la destrucción de las escuelas fue lo que detonó el conflicto en el lugar, es la división el principal problema.

 

Esto debido a que un grupo creciente de habitantes se niegan a seguir viviendo bajo las costumbres religiosas.

 

“Hay un compromiso de respeto entre las dos partes y agendamos una próxima reunión dentro de ocho días, cuando se analizarán las propuestas para resolver el problema, la primera conclusión a la que llegamos es que el problema no es la escuela, sino que la comunidad está dividida porque ya no quieren seguir viviendo bajo las costumbres religiosas”, dijo.

 

Los representantes de los grupos en conflicto, el alcalde de Turicato, Salvador Barrera Medrano, y el secretario de Gobierno acordaron una reunión definitoria para el próximo martes.

 

En esta se prevé se defina lo referente al tema educativo, la reconstrucción de escuelas y el arranque del próximo ciclo escolar.