Steven Soderbergh y Oliver Stone son dos reconocidos directores de cine que han tratado de manera muy acertada como funcionan las organizaciones de narcotráfico en México, así como la dinámica del mercado de estupefacientes. La película de Sodeberbergh, Traffic (2000), fue galardonada con cuatro premios Oscar y obtuvo ingresos por más de $200 millones de dólares. La película del director Oliver Stone, Savages (2012), en un par de semanas ha recaudado cerca de $40 millones de dólares en los EE.UU. y se perfila para ser nominada a varios premios de la industria cinematográfica.

 

En ambas películas vemos el constante movimiento de productores y consumidores de droga en ambos lados de la frontera, el grado de descoordinación que existe en las autoridades de México y EU, la corrupción imperante, la protección que reciben los carteles mexicanos para operar en México, la complicidad de agentes de la DEA, la violencia como instrumento para castigar a los miembros del cartel y sobre todo el apetito por las drogas para escapar y olvidar la realidad.

 

Sin embargo, lo que Traffic y Savages han señalado es la naturaleza del crimen transnacional. Vemos como la globalización y la tecnología has ayudado al crimen organizado y estos dos factores han reducido las barreras de entrada para participar en un mercado de narcóticos que solo crece. Esto se observó de manera clara y contundente cuando el mercado de heroína tuvo un desabasto en el 2001 debido a la invasión en Afganistán y como la sequía del 2011 también mermó la producción. Estos dos eventos, dieron en 2001 la entrada del “Black Tar” o heroína producida en México al mercado americano, y la sequía de 2011 consolido al cartel de Sinaloa en uno de los productores más importantes del estupefaciente en el mundo.

 

¿Cómo desarticulamos el mercado? ¿Legalizando las drogas, como dice John Travolta en Savages? Yo creo que no, como lo he explicado en numerosas ocasiones ya que la demanda de estupefacientes viene en su mayoría por menores de edad y esto no reduciría las ganancias de los carteles. Pero además hay otros problemas y amenazas transnacionales como la piratería y trata de personas que tienen una dimensión e impacto social igual o más grande que el narcotráfico. La respuesta debe ser atacar la impunidad y corrupción, pero también se necesita una coordinación internacional que al día de hoy no existe por la falta de confianza. Hay diversas iniciativas internacionales organizadas por ex funcionarios públicos, académicos y miembros de la sociedad civil, pero aún falta construir el puente entre las autoridades.

 

Siempre habrá elementos corruptos en las corporaciones policiacas, militares y políticos. Esto no quiere decir que la institución como tal sea corrupta, ni la DEA, SEDENA, ICE, Policía Federal o aduanas tienen en su mandato el facilitar o participar en el tráfico de sustancias ilegales o vender protección a criminales. Hay miembros de estas instancias que si son corruptos e inclusive mandos y directivos de alto nivel que están involucrados, pero sólo a través de la transparencia y la denuncia y la reacción correspondiente de las instituciones y autoridad es que podemos limpiar la casa. De lo contrario habrá más películas como Traffic y Savages que aunque digan lo contrario, si reflejan la situación del país.

 

 

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