La Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI), que concentra a la mayoría de las casas encuestadoras del país, decidió iniciar el control de daños en vísperas que Andrés Manuel López Obrador involucre a cinco de sus miembros en la impugnación de la elección presidencial, y acordó aceptar una auditoría internacional para que revise sus metodologías.

 

Los miembros de la AMAI han sostenido varias reuniones desde que cinco de sus casas más famosas fueron señaladas por los ex candidatos presidenciales Josefina Vázquez Mota y López Obrador, como “instrumentos de propaganda” que sirvieron a los intereses del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.

 

Las empresas señaladas son Beltrán y Asociados, Buendía&Laredo y Asociados, Consulta Mitofsky, GEA-ISA y Parametría, que dieron una ventaja a Peña Nieto sobre el segundo lugar de más de dos dígitos, que al compararse con los resultados del voto llegaron incluso a duplicar la diferencia a favor del priista. Aunque diagnosticaron correctamente al ganador, los rangos en los cuales establecieron la diferencia rompieron los márgenes de error.

 

La AMAI, junto con otras empresas que no pertenecen a esa agrupación, decidieron revisar su experiencia con investigadores de organizaciones internacionales como ESOMAR (Europen Society of Marketing Research), ARIA (Americas Research Industry Allience) o IAPC (International Association of Political Consultants).

 

“La idea es que miembros de estos organismos nos ayuden con un comité revisor de nuestra metodologías y puedan emitir un juicio al respecto”, dijo Francisco Abundis, de Parametría, “un juicio técnico, objetivo, y neutral que de satisfacción a las muchas preguntas que se han expresado”.