El principal enemigo para la izquierda en la capital del país para el próximo 1 de julio es el exceso de confianza.

 

A cinco días de la jornada electoral, los candidatos del Movimiento Progresista a delegados y diputados locales se encuentran en los cuernos de la luna al aventajar en todas las encuestas a sus oponentes de PRI-PVEM y PAN por más de 30 puntos en promedio, es decir, una ventaja mínima de dos a uno.

 

No obstante, ante estas cifras, en la izquierda se prendió un foco rojo: el exceso de confianza que genera abstencionismo.

 

Para abatir este fenómeno y lograr una votación histórica, que los líderes perredistas esperan supere los dos millones 400 mil sufragios y alcance hasta los tres millones, el Movimiento Progresista echó a andar una estrategia que consiste en reforzar el trabajo en las calles para convencer a los ciudadanos de acudir a las urnas el próximo domingo.

 

La orden se giró a los tres niveles, empezando por el abanderado a jefe de Gobierno capitalino, los 16 aspirantes a delegados y los 40 candidatos a la Asamblea Legislativa.

 

En el escrito que se giró a los candidatos se establece que no deben bajar la guardia en el cierre de campañas y promover el voto en sus territorios, pese a que las encuestas marcan una victoria contundente.

 

Mancera ha sido el primero en lanzar este mensaje a los electores. Desde la semana pasada, en sus recorridos y mítines, el ex procurador capitalino ha llamado a salir a votar y no confiarse pese a los números de las encuestas.

 

Mancera ha explicado que la ventaja holgada ante sus oponentes tiene el efecto negativo de hacer que los simpatizantes se confíen y no vayan a las urnas.

 

Durante los 60 días de campaña, la izquierda había tenido un día de campo, sin adversarios en las calles.

 

Empero, en la recta final el fuego amigo se hizo presente y afectó sus buenos números al hacerse público un video en el que se muestra al ex delegado en Tláhuac y aspirante al distrito 35 local, Rubén Escamilla, pidiendo favores sexuales a una empleada de la demarcación a cambio de una plaza.

 

Manuel Oropeza, líder del PRD en el Distrito Federal, descartó que el videoescándalo les haya impactado en las preferencias, debido a que se actuó rápido y es probable que se sustituya al candidato para que enfrente el problema en el terreno jurisdiccional.

 

Escamilla podría ser sustituido por Rigoberto Salgado, diputado federal y uno de los líderes perredistas en Tláhuac.

 

Salvo este incidente, el PRD ha mantenido una alta preferencia, incluso en las delegaciones gobernadas por Acción Nacional.

 

A LA ALZA

 

En Benito Juárez, principal bastión del PAN en la capital del país, la bejaranista Leticia Varela ha logrado superar por nueve puntos a su oponente de la derecha, Jorge Romero.

 

Las estadísticas del partido indican que en Benito Juárez sólo está en riesgo de perderse el distrito 20 local, en el que se encuentra a la alza el panista Federico Döring.

 

En Miguel Hidalgo, la candidatura de Víctor Hugo Romo ha sido bien recibida, por lo que las encuestas lo colocan 20 puntos arriba del panista Miguel Errasti.

 

En tanto, en Cuajimalpa -ante el desplome del candidato panista Camilo Campos por las sentencias del Tribunal Electoral local y los pleitos internos- la contienda se ha cerrado entre el priista Adrián Rubalcava y Luis Rosendo Gutiérrez del Movimiento Progresista.

 

No obstante, las encuestas dan una preferencia de seis puntos en favor de Gutiérrez, leal a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno capitalino.

 

El efecto Mancera junto con el arraigo y la simpatía del abanderado presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, ha colocado a los candidatos a delegados y diputados locales en los niveles más competitivos de la historia del PRD en el DF.

 

Las últimas encuestas realizadas por el PRD para la elección de jefatura de Gobierno les da una ventaja sobre el PRI de 38 puntos y de 47 sobre el PAN.

 

La delegación Iztapalapa se ha convertido en un fenómeno, debido a que el abanderado de las izquierdas, Jesús Valencia, cuenta con 77 puntos en las encuestas, un porcentaje mayor incluso que el de Mancera.

 

En Coyoacán las cifras son también inéditas, ya que Mauricio Toledo cuenta con una ventaja de 40 puntos ante el panista Ezequiel Rétiz.

 

Lo anterior, pese a que en 2009, el PRD perdió ante el PAN y para triunfar requirió de la ayuda del PT y Movimiento Ciudadano.

 

En Magdalena Contreras, el Movimiento Progresista logró desdibujar a PRI-PVEM, pese a que contó con el apoyo del actual delegado del PRD en la demarcación, Eduardo Hernández. La bejaranista Leticia Quezada se ha levantado en las encuestas con 54% de las preferencias.

 

En Álvaro Obregón la diferencia es de 29 puntos en favor del perredista Leonel Luna, quien gobernó la demarcación de 2006 a 2009.

 

Su principal oponente, Leticia Robles, abanderada de PRI-PVEM y también ex gobernante de la demarcación, pero por las siglas del PRD, se encuentra con 25 puntos en las preferencias.

 

En Azcapotzalco, los números son más elevados para Sergio Palacios, candidato del Movimiento Progresista; la distancia con sus contrincantes alcanza los 38 puntos, similar a la contienda de jefe de Gobierno.

 

En Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero es similar la ventaja: 40 puntos para los abanderados de las izquierdas, Alejandro Fernández y Nora Arias, respectivamente.

 

En Iztacalco, Venustiano Carranza y las delegaciones del sur, Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac y Tlalpan los abanderados de la izquierda mantienen una ventaja de más de 20 puntos, no sólo en la elección a jefe delegacional, sino en los distritos electorales, por lo que las izquierdas en el DF se preparan para alcanzar carro completo el próximo 1 de julio.