El ex presidente paraguayo Fernando Lugo, destituido por el Senado en un cuestionado juicio político, anunció el lunes la vigencia de un pequeño y simbólico gobierno paralelo con la intención de recuperar el poder.
El ex mandatario aclaró que no pedirá el “adelantamiento de las elecciones previstas para abril de 2013 porque ese es un asunto de la Justicia Electoral” e indicó que inició gestiones con la presidencia temporal del Mercosur, ejercida por Argentina, “para que me permita participar de la cumbre de mandatarios del viernes para que, acompañado de mi equipo jurídico, expliquemos el quiebre institucional que hizo el Parlamento”.
El domingo, los países integrantes del bloque aduanero y sus países asociados –Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú– expresaron públicamente su “condena a la ruptura del orden democrático acaecido en la República del Paraguay” y suspendieron al país al nuevo gobierno del derecho a participar de la cumbre de mandatarios que tendrá lugar en Argentina el próximo viernes.
El nuevo gobierno paraguayo rechazó su exclusión de la cumbre de mandatarios del Mercosur y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Fernández puso énfasis, por otro lado, en que la decisión del Mercosur de excluir a Paraguay tiene una discrepancia: “Brasil decidió el domingo no intervenir en los asuntos internos de Paraguay. Lo anunció en Brasilia Marco Aurelio García, asesor político para temas del exterior de la presidencia brasileña”.
Paraguay, en principio, debe entregar el mando de Unasur a Perú en noviembre. Pero tras el malestar de países de la región por la destitución de Lugo, los presidentes de Ecuador y Venezuela, Rafael Correa y Hugo Chávez, recomendaron adelantar para esta semana el traspaso de funciones al gobierno peruano.
México, Ecuador, Colombia, Brasil, Uruguay, Chile y Perú llamaron a sus respectivos embajadores para consulta, pero Argentina y Venezuela ordenaron el retiro de sus representantes diplomáticos. “En el caso de Argentina, con mucho respeto digo que existe una desinformación porque Argentina no tiene embajador en Asunción desde hace tres meses”, aclaró Fernández.
Fernández aclaró que “el rechazo a la decisión de Mercosur se funda en que de acuerdo con el reglamento, cualquier decisión contra uno de sus asociados debe tomarse en presencia del país afectado. Y aquí Mercosur excluyó a Paraguay sin llamarlo para escuchar sus argumentaciones. Hizo lo mismo que criticaron al Congreso con respecto a que no escuchó suficientemente a los defensores de Lugo en el juicio político”.
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