Dallas. Agentes federales estadunidenses arrestaron a Raúl Ramírez, uno más de los 14 implicados en el caso de lavado de dinero del cártel mexicano de Los Zetas, mediante la compra y venta de caballos de carreras.

 

La Oficina del procurador federal para el Oeste de Texas informó este martes que Ramírez fue detenido la víspera cuando trataba de ingresar a Estados Unidos desde México a través del cruce internacional de Fabens, Texas, al este de El Paso.

 

La fuente precisó que Ramírez, de 20 años de edad, compareció este martes ante el juez federal Richard Mesa en El Paso, Texas, y permanecerá detenido en esa ciudad en espera de volver a presentarse ante el juez el próximo viernes para su audiencia de detención.

 

Ramírez es una de las 14 personas que fueron acusadas el pasado 12 de junio de un cargo de lavado de dinero para el cártel, mediante la adquisición, venta y competencias de caballos de carreras cuarto de milla en Estados Unidos.

 

Siete de los acusados fueron detenidos el mismo día en que se dieron a conocer los cargos en su contra. Otro más, el empresario mexicano Francisco Antonio Colorado Cessa fue aprehendido dos días después en Houston.

 

Uno de los detenidos, Eusebio Maldonado Huitrón, fue dejado en libertad bajo fianza este martes por un juez federal en Austin, Texas.

 

Otros cinco de los implicados permanecen prófugos, entre ellos el presunto líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales (alias, El 40) y su hermano Oscar Omar Treviño Morales.

 

Un tercer hermano, José Treviño y su esposa Zulema, se encuentran entre los nueve que han sido detenidos. La pareja manejaba un rancho de su propiedad en las afueras de Lexington, Oklahoma, donde operaban un criadero de caballos cuarto de milla.

 

Ramírez está acusado de comprar caballos a José Treviño a nombre de empresas ficticias destinadas a ocultar la propiedad real de los equinos.

 

Específicamente se le acusa de un cargo de conspiración para lavar instrumentos monetarios. Si es declarado culpable, Ramírez se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión y una multa de medio millón de dólares.