Al menos dos meses tardará el retiro algas en la presa de Valle de Bravo, la cual forma parte del Sistema Cutzamala que abastece de agua a 5.5 millones de habitantes del Valle de México.

 

Debido a los trabajos, durante ese lapso estará prohibida la navegación de lanchas con motor, debido a que las aspas provocan que las algas se rompan y liberen sustancias tóxicas para los usuarios, explicó Felipe Arreguín, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

 

El organismo contabilizó 200 millones de algas por milímetro cúbico en la presa, las cuales aparecieron por factores como el calor, el hecho de que la presa esté a 60% de su capacidad y las descargas de aguas negras de dependencias municipales. “La materia orgánica alimenta las algas y por eso se incrementa el número”,  dijo Arreguín en conferencia de prensa.

 

La Conagua anunció una inversión de 10 millones de pesos en la limpieza de la presa, que tardará alrededor de dos meses.

 

En días pasados, prestadores de servicios y pescadores del municipio de Valle de Bravo, se manifestaron frente a la Capitanía de Puerto del lugar ante la prohibición del uso de embarcaciones con motor decretada por la Conagua y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

 

Previo a la prohibición, el organismo dio a conocer que el agua del sistema presentaba una micro alga que provoca que el líquido presente un olor y sabor peculiar a humedad.

 

Los manifestantes afirmaron que la contaminación en la zona se debe a fallas en los cárcamos y señalaron a las autoridades estatal, municipal y federal como las principales responsables.

 

Ayer, el titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, recordó que “el objetivo de la presa es abastecer de agua potable. Se pueden realizar otras actividades turísticas, pero la prioridad es el agua”.

 

La Comisión presentó a los inconformes un proyecto para sustituir los vehículos de motor por lanchas de remos y veleros que no ha sido aceptado.