Londres. La Agencia británica encargada de desarticular el Crimen Organizado (SOCA – serious organised crime agency) tiene como prioridad en 2012 mapear la operación de los carteles mexicanos en Inglaterra. SOCA fue creada en 2006, y es responsable de investigar el tráfico de drogas, las organizaciones criminales, el delito cibernético, la falsificación, el uso de armas de fuego y robos graves. En tan sólo seis años ha logrado desarticular numerosas bandas del crimen organizado, pero hoy enfrenta un reto distinto, los carteles mexicanos.

El número de traficantes mexicanos detenidos en el Reino Unido no superan más de 50, sin embargo se han detectado nuevos patrones de contrabando de heroína y cocaína similares a los utilizados por el cartel de Sinaloa, que están aumentando la disponibilidad de cocaína en las ciudades de Birmingham y Londres.

 

Estos patrones, consisten en utilizar triangulaciones comerciales a través de varias empresas para esconder el origen de la mercancía, así como “robar o suplantar” la identidad de compañías legitimas para realizar las exportaciones. Este método que se ha utilizado para importar precursores químicos a México, ahora es utilizado para exportar cocaína y heroína hacia Europa y el Reino Unido. Los carteles infiltran los departamentos de logística de las empresas, donde obtienen la información para así falsificar empaques, guías de exportación, números fiscales e inclusive cuentas bancarias para cubrir tarifas de exportación – importación.

 

El traslado de la mercancía es asegurado al corromper a funcionarios de aduanas en varios países que facilitan la inspección y entrada a los mercados europeos. Por lo que estamos ante un robo de identidad empresarial, para realizar actividades criminales. Así un contenedor de una empresa multinacional legitima y establecida podría ser un cargamento de droga, con papeles falsos pero números fiscales correctos. Un delito similar a la clonación de una tarjeta de crédito.

 

La complejidad de las operaciones de los carteles mexicanos, han sorprendido a las autoridades del Reino Unido y la UE. Es por ello, que han aumentado la cooperación con la DEA; ICE y OFAC para comprender más el modelo de negocios de los criminales mexicanos que pone énfasis en dos variables.

 

La primera es el manejo logístico de los productos, y la segunda es el lavado de dinero. Ambas funciones son muy similares, ya que consisten en consolidar la mercancía y el dinero en un punto para trasladarlo al mercado objetivo y después distribuir la mercancía al menudo. En el caso del dinero este es repartido en varias cuentas para evitar la detección al sistema financiero para una vez más consolidar los depósitos en una empresa o cuentas en poder del beneficiario.

 

Lo que sorprende, a la comunidad internacional es que un país como México, que no produce precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas, ni cocaína hoy controla estos mercados a nivel mundial. A su vez, los traficantes de armas internacionales llevan varios años siendo proveedores de la “Mexican war”, donde cada vez hay un nuevo “ejercito- cliente” que surtir. Esta es la razón porque las mafias y carteles ahora son referidas como amenazas transnacionales y la manera más eficiente de desarticularlas es interrumpiendo sus cadenas logísticas y rastreando la incorporación de sus flujos monetarios al sistema financiero.

 

La política de aumentar retenes y policías no ha tenido un impacto en el mercado de drogas, ni en las organizaciones delictivas mexicanas, prueba de ello es que hoy operan en más países que hace 12 años. La próxima administración necesita contratar contadores, auditores y personal de logística para entender como opera y subsiste las organizaciones que quiere erradicar.

 

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