Madrid. El estado de salud del expresidente egipcio Hosni Mubarak continúa hoy grave, debido a que pierde y recobra la conciencia, ha dejado de comer y presenta una arritmia cardíaca, que lo podría llevar a caer en coma.

 

Fuentes de seguridad de la prisión de Tora, donde fue trasladado hace una semana, tras declararse culpable de la muerte de cientos de civiles durante 2011, revelaron que el exmandatario sigue “grave”, según un reporte del diario The Egypt Independent.

 

Un tribunal de El Cairo sentenció el pasado 2 de junio al exmandatario a cadena perpetua por su culpabilidad en la muerte de más de 800 manifestantes por la represión policiaca del año pasado en la Plaza Tahrir, durante la revuelta popular que llevó a su renuncia.

 

De acuerdo con las fuentes, que hablaron en calidad de anonimato, la condición de Mubarak ha empeorado en los últimos días, al grado de que se permitió a sus familiares visitarlo.

 

La agencia estatal de noticias MENA informó que el Tribunal de Apelaciones de El Cairo autorizó este domingo a la ex primera dama Susan Mubarak y a sus nueras, Jadiga y Heidi, ingresar al centro médico de la prisión de Tora para visitar al exmandatario.

 

Mubarak, de 84 años de edad, se encuentra desde hace una semana en la unidad de cuidados intensivos del servicio médico del reclusorio, debido a los problemas cardíacos y una fuerte depresión que registró tras conocer la sentencia en su contra.

 

Su estado de salud se ha agravado durante los últimos días, llevando al equipo de médicos que lo atienden a conectarlo a un respirador artificial por largos periodos, varias veces al días, y a mantenerlo sedado.

 

El empeoramiento de su estado de salud llevó incluso la víspera a desatar los rumores sobre su fallecimiento, aunque la Agencia de Noticias de Medio Oriente (MENA) lo desmintió de inmediato e informó que Mubarak sigue vivo, aunque su estado de salud es delicado.

 

Fuentes de la prisión, citadas por la agencia informativa egipcia, destacaron que la condición del expresidente va en declive, ya que presenta latidos irregulares y necesita asistencia respiratoria, además de que ha dejado de comer.

 

“El expresidente ahora vive sólo con líquidos y yogurt”, destacó la fuente, tras reconocer que la salud de Mubarak empeora severamente y que corre el riesgo de caer en coma, sufrir una embolia o un infarto fulminante.

 

Funcionarios de la prisión de Tora de El Cairo dijeron con anterioridad que Mubarak se derrumbó y cayó en depresión el lunes pasado, después de recibir por primera vez la visita de su esposa Suzanne, quien sollozo al verlo preso.

 

Este domingo a la salida de la prisión, la ex primera dama salió devastada y reveló en declaraciones a la prensa internacional que solicitó, sin éxito, el traslado de sus marido a un hospital fuera de la prisión.