En Nuevo León fueron asesinados Diego y Héctor Almaraz Huerta de 20 y 19 años de edad. Ambos eran hijos del ex secretario de Seguridad Pública de Guadalupe, Nuevo León y ex funcionario de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal, José Santos Almaraz Ornelas.
En la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) de la PGR, existe un expediente en contra del ex funcionario desde 2009, por sus presuntos nexos con el narcotráfico, pero hasta la fecha no ha sido sometido a juicio.
Los dos jóvenes fueron asesinados el viernes, en la colonia La Hacienda Los Morales, en el municipio de San Nicolás, junto con el rapero Adán Zapata Míreles e Iván de Jesús Serna González de 25 años de edad. Apenas ayer las autoridades de Nuevo León dieron a conocer la identificación de todos los cuerpos.
Diego era integrante de la agrupación Mente en Blanco, que interpretaba música Hip Hop, de la cual formaba parte el rapero Zapata Míreles.
Las líneas de investigación que hasta ahora sigue la Procuraduría de Justicia de Nuevo León son dos: si los jóvenes fueron asesinados porque estaban involucrados en actividades ilícitas o si fueron privados de la vida porque se negaron a ser reclutados por una célula del crimen organizado.
Testimonios recabados por las autoridades también muestran que los integrantes del grupo Mente en Blanco habían recibido diversas amenazas, ya que en sus letras abordaban temas relacionados con el narcotráfico en los municipios de Nuevo León y sobre el uso de drogas.
Antecedentes de Almaraz
José Santos Almaraz Ornelas, padre de los dos jóvenes asesinados en San Nicolás, se desempeñó como secretario de Seguridad Pública de Guadalupe, municipio conurbano a Monterrey.
En un operativo que permitió descubrir una casa de seguridad utilizada por personas vinculadas al crimen organizado en el municipio de Zuazua, Nuevo León, se encontró en una libreta que contenía una lista de funcionarios que, al parecer, recibían sobornos por parte del grupo de los “zetas”, dedicado en esa zona al tráfico de drogas, a cometer extorsiones, secuestros y crímenes. En ese listado aparecía el nombre de Almaraz Ornelas y la Siedo comenzó a investigarlo.
Integrantes del Ejército, al llevar a cabo el operativo, dieron muerte a un hombre identificado como “El Coreano”, quien estaba en el inmueble y tenía en su poder la lista, por lo que se consideró que podría ser uno de los administradores de los “zetas”.
La acusación que se integró en contra de Almaraz Ornelas consistía en que recibía 4 mil 500 pesos cada quincena, por proteger a ese grupo, apoyarlo y dejarlo operar con libertad.
El entonces secretario de Seguridad Pública fue detenido por elementos de la Defensa Nacional, el 2 de junio de 2009, en el municipio de Guadalupe.
Tras su captura fue trasladado, junto con otros dos mandos policíacos de los municipios de Monterrey y Montemorelos, al Estado de México, directamente al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez.
El Ministerio Público de la Federación lo acusó de delincuencia organizada al brindar protección a grupos criminales. Sin embargo, días más tarde, el juez decretó auto de libertad a favor del funcionario, por falta de pruebas para procesarlo.
El expediente fue devuelto a la Siedo, área que no ha determinado que se archive el expediente, por lo que continúa vigente, pero después de dos años aparentemente no ha habido avances en las indagatorias.
Al ser liberado Almaraz Ornelas regresó a Nuevo León y en la Secretaría de Seguridad Pública Estatal lo designaron coordinador de los trabajos de homologación de la Policía Metropolitana, cargo al cual tuvo que renunciar poco tiempo después por las críticas que generó su designación.
RECUADRITO
José Santos Almaraz Ornelas es ingeniero de profesión y fungió como secretario de Seguridad Pública en Guadalupe, Nuevo León, cuando era presidenta municipal la priista María Cristina Salazar, quien ocupó ese cargo entre 2006 y 2009, y ahora es secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
La detención de Almaraz Ornelas ocurrió el 2 de junio de 2009, siendo secretario en funciones y al ser liberado ya no recuperó el mismo cargo, aunque se incorporó a la Secretaría de Seguridad Pública estatal, como coordinador de los trabajos que se llevaban a cabo para la homologación de la Policía Metropolitana, pero renunció semanas más tarde.
El incremento de los crímenes en Nuevo León, ha colocado a ese estado en el segundo, después de Chihuahua, donde se cometen el mayor número de asesinatos dolosos de todo el país.
De 2009 a la fecha se han cometido en Nuevo León 3,748 asesinatos dolosos, de acuerdo a las estadísticas de la Procuraduría General de Justicia del estado.