Lo que se ve y se oye en la ciudad de Oaxaca son tambores de guerra. No son reivindicaciones laborales. No son requerimientos sindicales. No son impulsos de justicia y legalidad en torno a los maestros oaxaqueños a los que se les ubica en la Sección XXII del SNTE y a los que hoy en todo México se les considera beligerantes y atrabiliarios: es, si, una lucha de liderazgos y de ‘gobernabilidad’…

 

Por lo pronto la ciudad de Oaxaca está irreconocible. Quién lo dijera: “una ciudad de las más hermosas del mundo” según todos; la misma en la que se refugió D.H. Lawrence ‘para encontrarse’ y para descubrir arrobado sus “Mañanas de México”; o aquella ciudad oaxaqueña a la que llegó Malcom Lowry para que, a la luz de La Farola –cantina mezcalera que todavía es- escribiera su “Bajo el Volcán” que es obra gigante y a la misma Oaxaca capital que el cura Francisco de Navarrete le descubriera esa “luz resplandeciente que hace brillar la cara de los cielos” y que fue nombrada en 1987 como Patrimonio Cultural de la Humanidad, según la UNESCO…

 

Pues hoy mismo, de esa misma ciudad ni el recuerdo. Da grima. Todavía este domingo esta ciudad se vestía de mil colores y no los que da esta luz prodigiosa, sino por los plásticos miles que sirven de techo a los maestros de la sección XXII del SNTE y que desde el 21 de mayo sitiaron esta ciudad en tono de guerra…

 

¿De qué se trata ahí? Para algunos es una muestra del poder “de gobernabilidad” o ingobernabilidad que nos asestó la señora Elba Esther Gordillo –y no digo maestra, porque nunca ha dado clases- durante su entrevista con Ciro Gómez Leyva hace unos días, ella toda vestida a la moda, con sedas, con brillo en sus mejillas y lentillas de lujo; o bien es la muestra de que Gabino Cué le quiere torcer el ánimo a los priístas estatales pues argumenta que esta es una herencia priísta prohijada durante gobiernos priístas.

 

Al caminar y platicar con la gente de a pie, para muchos de ellos se trata de la incapacidad de negociación y debilidad que ha mostrado el gobierno del señor Cué y su gente. Tan es así, dicen, que durante las negociaciones de la noche del sábado pasado accedió a entregar la cabeza de su Director del IEEPO, que es el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca: Bernardo Vázquez Colmenares y otros dos funcionarios de alto calado.

 

Luego, el mismo Secretario de Educación Pública de México, doctor José Ángel Córdova Villalobos anunció que, por excepción, en Oaxaca no se practicará la prueba ENLACE a los estudiantes niños de la entidad.

 

¿Qué más quieren los líderes del magisterio estatal de la Sección XXII?: “Rechazo inmediato a la Alianza para la calidad de la Educación (ACE); Rechazo a la aplicación de pruebas estandarizadas a los alumnos (ENLACE); Reconocimiento al plan para la transformación de la educación en Oaxaca…”

 

Este año dicen que el gobierno estatal no les quiere cumplir sus peticiones y, por ello, el sábado pasado bloquearon todos los accesos a Oaxaca y desde Oaxaca: nadie, ni para adentro ni para afuera podía moverse: de hecho la noche del viernes casi hubo un motín en la estación de los autobuses foráneos que llevan a México porque detuvieron las corridas de salida. Los pasajeros se alborotaron y exigían cumplimiento…

 

Según Azael Santiago Chepi, dirigente del Movimiento: “Aun cuando la SEP-Federal ya aceptó no aplicar en Oaxaca la prueba ENLACE, aun falta el aval para no implementar la Alianza por la Calidad de la Educación y la evaluación universal [el examen a los maestros]. Asimismo –dice- se requiere un respaldo más fehaciente al Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca; respuestas efectivas a las demandas de justicia y la cancelación definitiva de los módulos educativos en poder de la Sección 59”.

 

Los oaxaqueños de la capital del estado están como agua para chocolate y los que llegan de los pueblos y ciudades cercanas al ‘Sitio de Oaxaca’. Aquello es un caos general. Una ciudad de servicios, y turística todo está detenido… ¿para bien? ¿Para mal?

 

Pero ya deberían estar acostumbrados porque esto es así cada año –o casi- desde el 1° de mayo de 1980 cuando el Movimiento Revolucionario del Magisterio (Othón Salazar) salió a las calles de Oaxaca para exigir reivindicaciones laborales; sin embargo esto se ha ido transformando en ¿qué?

 

Cada año con argumentos diferentes para situaciones diferentes: el chiste es que el gobierno de Gabino Cué hoy está en entredicho: para algunos como promotor del movimiento, para otros como cautivo de los maestros y para más como incapaz de solucionarlo… ¡quién da más?

 

En todo caso, si no hay respuestas del gobierno estatal a sus demandas, dicen los líderes del movimiento que llevarán a cabo paros en diferentes lugares de Oaxaca: cierre de oficinas, de accesos, bloque de negocios: “Zongo le dio a Borondongo; Borondongo le dio a Bernabé; Bernabé le pegó a Muchilanga…”

 

Pero ¿qué veo al paso? Miles de lonas de colores debajo de las cuales se resguardan miles de maestros que en contraste a cómo viste la lideresa Gordillo, visten de forma muy sencilla. -¿Cuántos son? Nadie lo sabe pero son unos 3 mil que se van rotando- de maestros: muchos de ellos también fastidiados y humillados, pero obligados por sus líderes a asistir a estos ‘paros magisteriales’. De otra manera no conseguirían estabilidad en el trabajo, no cambios, no incrementos salariales, no cambios de adscripción: nada: todo se congela para el que no acuda…

 

¿Son buenos o malos los maestros de la Sección XXII? Lo que veo es a maestros y maestras entristecidos. No veo una lucha por reivindicaciones laborales de fondo, ni un cambio en la situación salarial o de justicia en sus trabajos: están ahí porque sus líderes dicen que no deben hacer la prueba ENLACE, porque no se tienen que calificar en una prueba universal de conocimientos y porque ¿por qué más? No me saben contestar diez o quince maestros a quienes les pregunto. Se escucha el silencio de quienes callan por instinto de salvación.

 

Y no. No se trata de incriminar a los maestros, pero sí a sus líderes: no es una lucha por ellos, por los maestros, es una lucha de fuerza entre el gobierno federal-estatal y ellos, líderes, quienes se dicen redentores de un magisterio al que en Oaxaca muchos deploran sin saber que no-no son los maestros de a pie quienes están detrás de todo esto.

 

Nadie parece tomar en cuenta las consecuencias. Nadie está en tono de establecer un diálogo cierto, firme, ferozmente en defensa de los derechos del magisterio –a lo que tienen derecho, sin duda-, pero sin menoscabo de la educación de los niños y mucho menos de la vida de una ciudad que yace acalorada y furiosa porque está paralizada

 

El domingo por la mañana había tensión en las calles: muchos de los líderes magisteriales se atrincheraron en las salidas de algunas de las 40 cuadras oaxaqueñas que tienen sitiadas: es que ocurrió una manifestación de empresarios que querían expresar su fastidio también porque el comercio local se ha detenido…

 

Bien la lucha social. Es un derecho. Bien que los maestros sean dotados y capaces en su tarea magisterial. Defender sus derechos laborales está en democracia y todos tenemos que escucharlos: pero mal que líderes manipuladores se adueñen de su necesidad para traerlos de arriba para abajo, haciéndolos perder su respeto como maestros y haciendo que los niños de Oaxaca pierdan la única posibilidad que tienen para ser felices algún día, por la vía de la educación.

 

¿Por qué esos líderes no quieren ENLACE y casi todo el país si? ¿Por qué sus líderes no los dejan examinarse para saber en qué punto están de su magisterio? y si hay deficiencias habrá que solucionarlas a tiempo… ¿Qué quieren esos líderes a los que miré en sus ojos todo el odio contenido, pero nunca el brillo iluminado del magisterio?

 

La ciudad de Oaxaca está prisionera: de ambiciones de poder; de riquezas para sus líderes y está prisionera de la tristeza de esos maestros a los que queremos tanto y quienes nos enseñaron a escribir y a leer y a cantar: ‘para ser felices, algún día’.

 

jhsantiago@prodigy.net.mx