JERUSALÉN. El ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, admitió que las autoridades israelíes mantienen diferencias con las de Washington respecto a la manera de afrontar el programa nuclear iraní. Por esta razón, Barak afirmó que su país decidirá unilateralmente cómo actuar frente al mismo.

 

“Al final, es obvio que el Gobierno israelí, y sólo él, es responsable de tomar decisiones sobre asuntos vitales para el futuro y la seguridad del Estado de Israel y del pueblo judío”, dijo el ministro, según el periódico Yediot Aharonot en su versión digital.

 

En los últimos meses, mientras mandatarios israelíes recordaron que “todas las opciones están encima de la mesa”, es decir, que no descartan un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes, la Casa Blanca apostó por las negociaciones y la vía diplomática para afrontar la cuestión.

 

“Estoy seguro de que la responsabilidad política y de seguridad puede combinarse con el mantenimiento de la relación especial con EU”, dijo Barak para quien “impedir a Irán convertirse en nuclear es una causa conjunta” con la Casa Blanca.

 

“Nadie quiere guerras, pero el hecho de que el enemigo esté comprando sistemas armamentísticos es una espada sobre nuestras cabezas que no nos deja más opción que actuar”, aseguró el ministro y advirtió de que si Irán logra desarrollar armas nucleares, “los saudíes, Turquía y el nuevo Egipto” serán arrastrados a una carrera nuclear.

 

Israel ha dicho con claridad a las potencias occidentales que negocian con Teherán, cuáles son sus demandas. Lo que quiere Israel es que Teherán ponga fin al enriquecimiento de uranio, que saque de su territorio todo el material enriquecido hasta ahora y que desmantele la instalación nuclear de Qom.

 

Por su parte, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, declaró durante una entrevista del canal de noticias “France24” que el enriquecimiento de uranio al 20% es un “derecho” de su país y que eso no implica la fabricación de una bomba atómica.

 

El líder iraní insistió en que esa actividad es un “derecho legal” de Irán y aseguró: “producir al 20 por ciento no tiene relación con la creación de una bomba”.

 

“Es nuestro derecho, si otros quieren que no lo utilicemos, tienen que explicarnos por qué y qué van a dar al pueblo iraní a cambio”, dijo en la entrevista.

 

“Occidente, que posee la bomba atómica, ¿es que vamos a tener confianza en ellos?”, se preguntó Ahmadineyad, quien reiteró las posiciones ya conocidas de su país en relación con el contencioso acerca de sus actividades de enriquecimiento de uranio.