Andrés Manuel López Obrador negó recibir apoyo financiero del dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia a cambio de protegerlo en caso de que llegara a la presidencia de la República.

 

Así lo aseguró el tabasqueño luego de que Carlos Pavón Campos, secretario del Sindicato Nacional Minero Napoleón Gómez Sada y ex colaborador de Gómez Urrutia, señalara que el líder minero exiliado en Canadá destina a la campaña presidencial del Movimiento Progresista recursos provenientes de un fideicomiso minero extinguido. Esto, además de prometerle al menos 75 mil votos de cara a los comicios de julio próximo.

 

“Nosotros no recibimos dinero de ningún grupo, de ninguna persona, con fines de protección o a devolver favores. Yo soy libre, libre. No estoy subordinado a nadie, solo voy a tener un amo: el pueblo de México”, aseguró López Obrador durante su conferencia matutina tras ser cuestionado sobre su vínculo con el dirigente minero.

 

“Lo que estamos planteando es que tiene que haber justicia por igual y que no va a haber persecución de nadie, en este caso de los mineros, considero que se cometieron muchas injusticias, como en el caso de los trabajadores de Mexicana, como en el caso de los trabajadores electricistas, porque no se actuó con apego a la legalidad”, afirmó.

 

“Se inclinó la balanza a favor de una de las partes, y la autoridad se subordinó, no hubo jueces, sino la Secretaría del Trabajo se fue a favor de una de las partes, en todos los casos, entonces esto no va a volver a suceder”, señaló el tabasqueño.

 

Horas más tarde, López Obrador visitó los municipios de Ixtlahuaca y Tejupilco, en el Estado de México, donde aseguró que el rezago que existe en dicha entidad no puede entenderse sin la intervención de políticos corruptos como los ex gobernadores priistas Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto y el actual mandatario tricolor, Eruviel Ávila.

 

“En el Estado de México ha habido políticos ladrones, mediocres y corruptos”, refirió.

 

Por ello, el candidato de las izquierdas llamó a los mexiquenses a sumarse a una “verdadera guerra para acabar con el cáncer de la corrupción”.

 

“En estos 40 días que restan de campaña se pueden lograr los cambios para sacar al país de esta crisis de esta tragedia nacional, remediar los males que nos aquejan”, finalizó.