Enrique Peña Nieto, candidato de la alianza Compromiso por México, aseguró que respeta las manifestaciones en  su contra y aseguró que esta postura evidencia el cambio de actitud en el PRI. Destacó que ser puntero en las preferencias electorales es lo que las ocasiona.

 

En su participación en el programa Tercer Grado, Peña Nieto señaló que  “quien aspira a ser presidente debe entender que la sociedad se va a manifestar a favor y en contra con libertad”, en torno a los calificativos de sus adversarios sobre los que dijo no son cómodos ni le gustan, pero también los respeta.

 

Dijo que comparte el pliego petitorio del movimiento #YoSoy132, que  recorrió este miércoles de la Estela de Luz al Zócalo e hizo un alto en Televisa-Chapultepec, donde se realizó esta emisión, en su petición de democratizar a los medios. Destacó que es una manifestación apartidista y desestimó que fuera en su contra.

 

El candidato presidencial del PRI y Partido Verde Peña afirmó que las marchas buscan la democratización de los medios y la equidad en la difusión de información, al regresar la bola a los conductores que lo cuestionaron sobre  las manifestaciones dirigidas en  especial contra su persona.

 

Destacó que su manifiesto, que presentó el lunes y suscribirá este viernes,  da respuesta a las inquietudes de la sociedad que no desea un regreso del antiguo régimen. Y aseguró que a diferencia de otros gobernadores priistas, él buscará gestionar de una forma diferente.

 

Consideró que los señalamientos de que es  un producto de Televisa  “se han ido desvaneciendo” y refrendó que la relación con la empresa que lo entrevistó es transparente.

 

Sobre su visita a la Universidad Iberoamericana (UIA), señaló que el auditorio al que asistió al foro fue un espacio en que pudo hablar y plantear sus posicionamientos con respeto y donde hubo manifestaciones a favor y en contra y a la salida pasó “lo que ya todos vimos”

 

Admitió que posterior a ello hubo expresiones desafortunadas por parte de su equipo.  Y cuestionado al respecto, ejemplificó como la de Pedro Joaquín Coldwell, presidente de su partido que, dijo, fue al calor de lo que sucedió, por lo que pidió no ver “la parte que no nos puede gustar, veamos la parte positiva”.

 

Negó rotundamente que el ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, sea “padrino” y “asesor” de su campaña; destacó que su relación con el ex mandatario es únicamente de “respeto” a su tarea.

 

En torno al papel de Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, Enrique Peña Nieto sostuvo que tiene una relación de “respeto” y “cordial” con él; la misma que sostiene con la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo

 

En torno a la situación financiera que Moreira dejó en Coahuila se dijo en desacuerdo a que se reserve la información o datos sobre la deuda  y se dijo a favor de que exista información abierta y transparente sobre el proceso.

 

En la cita donde participaron los periodistas Denise Maerker, Adela Micha, Víctor Trujillo, Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret de Mola y Joaquín López-Dóriga y moderada por Leopoldo Gómez, dijo que el PRI aprendió de sus errores tras perder las contiendas electorales de 2000 y 2006, hechos que provocaron un cambio en las políticas y formas de trabajo del partido.

 

Reconoció que le pesa como “sombra” la figura del ex gobernador Arturo Montiel y se deslindó de las acusaciones  de corrupción y presunta malversación de fondos.  Aseguró que “no metería las manos por él”, al tiempo que debe dar la cara y explicar públicamente los señalamientos.

 

Por lo que se refiere al caso Atenco aclaró que las acciones cuando fue gobernador del Estado de México no fueron por tener “mecha corta”, ni “he dejado de asumir responsabilidad frente a una decisión tomada para hacer uso legítimo de la fuerza pública”.

 

“Fue una decisión bien pensada, planeada”, en coordinación con fuerzas federales, para “restablecer la paz y el orden que se habían violentado en San Salvador Atenco”, añadió y recordó que los excesos de elementos policiacos fueron sancionados.