Jesús Elizondo Ramírez “El Loco”, junto con un José Ricardo Barajas López “El bocinas”, preso que se fugó del penal de Apodaca el pasado 19 de febrero; fueron los encargados de la ejecución de los 49 cuerpos abandonados en el municipio de Cadereyta.

 

De a cuerdo con la revista Proceso, tras oponerse al arresto agrediendo a militares con una granada y disparos de fuego, Elizondo Ramírez, confesó su culpabilidad en la masacre de Cadereyta y así mismo detalló la manera en cómo cumplió las órdenes de los líderes zetas Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca” y de Miguel Ángel Treviño Morales “El Z-40”, así como del jefe de plaza en dicha entidad, a quien apodan “El Morro”.

 

“El Morro” fue quien le dio instrucciones para que se pusiera de acuerdo con un individuo apodado “El Camarón”, quien le iba a entregar los cuerpos de las 49 víctimas y una manta en la que se incriminaba al Cártel del Golfo por la ejecución masiva.

 

Según el general Édgar Luis Villegas Meléndez, “El Loco” dijo que la manta que pretendía incriminar al Cártel del Golfo por la masacre fue “para causar confusión en las autoridades y en la opinión pública”.

 

“El Bocinas”, representante de “El Camarón”, fue quien cito a Jesús Elizondo en el poblado de Los Herrera, en el estado de Nuevo León, en donde se encontraba con 30 sicarios y los 49 cuerpos, los cuales fueron transportados en varias camionetas incluyendo un camión de carga, reveló Villegas Meléndez.

 

De acuerdo a la versión de “El Loco”, en lugar de dejar los cuerpos en la plaza principal decidieron abandonarlos en el poblado de San Juan, debido a las consecuencias que ello implicaría en su contra (del cártel de los zetas).

 

El mando castrense dijo que como parte de la maniobra ordenada por Lazcano Lazcano, Treviño Morales y El Morro, difundieron un video a través de internet en el que se observan detalles sobre ese evento y el encargado de grabar fue Barajas López “El bocinas”.

 

En sus declaraciones ministeriales, El Loco confesó también que en marzo de 2008 formó parte de un grupo de sicarios encabezado por Treviño Morales que incursionó en el departamento de Zacapa, Guatemala, para ampliar el control de la organización en dicho país, y que en esa ocasión se registraron varios enfrentamientos con grupos locales en el que falleció el narcotraficante guatemalteco, Juan José León Radón, Juancho León.

 

Además, refirió que, como jefe de la plaza de Los Zetas en Cadereyta, participó en varios enfrentamientos contra autoridades estatales e integrantes del Cartel del Golfo, y que también participó en varios secuestros y ejecuciones, cuyas víctimas eran enterradas o “cocinadas” en Sabinas.