Encarece la Bota de Oro y no por un nuevo máximo histórico en la cotización de este metal, sino por lo que han propiciado Lionel Messi y Cristiano Ronaldo con sus respectivos temporadones.

 

Tiempos recientes –aunque muy remotos estadísticamente- en los que 25 goles llegaron a bastar para levantar el premio al mayor anotador del futbol europeo. Con esa cantidad compartieron la Bota de Oro 2004-2005 Diego Forlán y Thierry Henry. Todavía un par de años más tarde Francesco Totti se hizo acreedor al galardón tras haber metido 26.

 

Y hubo otras épocas en las que la Bota dorada solía quedarse en las ligas de menor nivel de Europa, donde resultaba más sencillo golear cada fin de semana. Incluso hoy se sabe que en Rumania algunos delanteros accedieron al premio por ayuda directa del dictador Nicolae Ceaucescu. En las últimas jornadas debían permitirles meter la cantidad de balones que requirieran.

 

Ya fuera por el afán de Ceaucescu de embellecer con goles su régimen o fuera por la conocida pasión futbolera de su esposa Elena, el caso es que en 1987 el delantero rumano Rodion Catamaru llegó a 43 goles tras haber anotado 20 en los últimos seis partidos. Una temporada después, otro delantero de este país, Dorin Mateut, fue quien accedió al premio como máximo artillero del continente.

 

Al paso del tiempo, la Bota de Oro se reguló de tal forma que los goles ya se valoran con base a la liga en las que se anotan. Hoy cada tanto de Messi y Cristiano en España (o lo mismo alguno de Rooney en Inglaterra o de Ibrahimovic en Italia) son multiplicados por 2 para esta clasificación. Después hay ligas (por ejemplo la holandesa o la turca) que multiplican por 1.5 y otras cuyos goles puntúan intactos al multiplicarse por 1 (en ese rubro quedó Rumania, que no ha vuelto a acceder al trofeo).

 

El asunto es que Messi ha llegado a 50 goles solamente en el torneo de liga (porque si contamos el resto de las competiciones ya va por 72) y dejará cifras muy difícilmente accesibles para cualquier delantero… Menos para sí mismo o para Cristiano Ronaldo, quien ya el año pasado hizo 41 y en este ejercicio se encuentra en la también escalofriante cifra de 45.

 

Cosechas brutales que dejan claros dos factores: primero que nada, la innegable calidad de los dos mejores futbolistas del planeta como lo son Messi y Cristiano; pero, además, la gran diferencia que hay hoy entre sus respectivos equipos, Barcelona y Madrid, respecto a los demás en la liga española, con lo que es común verlos celebrar 2, 3 ó 4 por juego.

 

Messi ha hecho por sí mismo más goles en liga que el 70% de los clubes ingleses, italianos y españoles. Valga esa comparación para entender la dimensión de los logros del argentino y para no hacer menos los de su rival portugués, quien increíblemente se quedará sin Pichichi y sin Bota de Oro, habiendo logrado la segunda cantidad más alta de goles en la historia del futbol español.

 

Una Bota de Oro que al margen de encarecimiento de tan preciado metal, se ha cotizado más cara que nunca.

 

@albertolati

 

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