A nadie le gusta pagar más dinero por algo, menos si se trata de cosas tan necesarias como la gasolina, el gas o la electricidad. Muchos de nosotros nos preguntamos cada vez que hay aumentos en los precios de estos productos, ¿por qué tendría yo que pagar más por algo que, en teoría, ya se paga con nuestros impuestos?

 

Muchos de nosotros podríamos estar pensando, en este mismo momento, que el gobierno está subiendo el precio de la gasolina porque no tiene conciencia social y no le interesa el bienestar de los mexicanos. Hay quienes mes con mes llaman al aumento en el precio de la gasolina el “gasolinazo” y argumentan que con una gasolina barata, todos nos beneficiamos, en especial, los más pobres. ¿Tendrán razón?

 

La semana pasada escuché algunos comentarios de nuestros candidatos y candidata a la Presidencia de la República sobre las medidas que prometen tomar –en caso de ganar– con respecto a la gasolina.

 

Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, prometió que impulsará el incremento a la productividad de Pemex sin privatizarlo, sin mencionar los “cómos”. Inclusive prometió que se detendrían los incrementos a la gasolina y se continuaría subsidiando su precio.

 

Enrique Peña Nieto, por su parte, dijo que estaría dispuesto a considerar que la iniciativa privada invierta en el sector energético, incluido el petrolero, pero tampoco mencionó cómo lo haría.

 

Josefina Vázquez Mota, en cambio, se ha mostrado evasiva y no atina en decirnos si está a favor de la apertura en la inversión en el sector energético o en contra, si piensa eliminar los subsidios o mantenerlos, si buscará promover fuentes de energía limpias y renovables o lo postergará.

 

Finalmente, Gabriel Quadri se expresó a favor de la eliminación de subsidios a los energéticos contaminantes –como la gasolina y el gas LP– así como apoyar la generación de energía limpia y amigable con el medio ambiente.

 

Sin embargo, tratando de entender quién tiene la razón, me puse a investigar un poco más y descubrí que en un estudio realizado por el CIDAC, en 2011 se destinaron poco más de 200 mil millones de pesos en subsidiar a la gasolina, el gas LP y la electricidad. De esa cantidad, aproximadamente 3/4 partes se destina a subsidiar a la gasolina.

 

Siguiendo con mi indagatoria, encontré un estudio realizado por John Scott, investigador del CIDE y publicado por la organización México Evalúa, en el que dice que de los poco más de 150 mil millones de pesos que se destinan al año para subsidiar la gasolina, 70% lo recibe el 10% más rico de la población mexicana. Esto significa que las personas que tienen vehículos grandes, poco eficientes y altamente contaminantes y que sólo pueden pagar los que tienen mucho dinero, reciben más o menos 105 mil millones de pesos de subsidio a la gasolina al año, en tanto que la población de menos ingresos, recibe muy poco de ese subsidio.

 

Además, el hecho de que el subsidio a los energéticos no sólo lo concentren principalmente sectores de la población de mayores ingresos, se suma al hecho que desplaza a otras prioridades de gasto. Por ejemplo, los 200 mil millones de pesos que se usan para subsidiar a la gasolina, el gas LP y la electricidad podrían servir para construir 650 mil casas de interés social, financiar anualmente cuatro universidades del tamaño de la UNAM o multiplicar por 2.3 veces el Programa Oportunidades.

 

Y de todo esto, ¿qué piensan los mexicanos y las mexicanas?

 

En una encuesta nacional realizada por la empresa Defoe**, se les preguntó sobre los subsidios a los energéticos y se encontró que 6 de cada 10 personas consideran que los subsidios como se están dando hasta ahora, de manera generalizada, benefician únicamente a las personas que más recursos tienen. El hecho importante es que la misma proporción de personas (6 de cada 10) estarían de acuerdo en que se subsidie únicamente a la población que más lo necesite, es decir, focalizar el subsidio.

 

Con respecto a la eliminación del subsidio a los energéticos, sólo 4 de cada 10 personas respaldan la medida y casi 5 de cada 10 están de acuerdo en que se destinen dichos recursos para subsidiar a los hogares de menores ingresos, principalmente para compensar el impacto que tendría en su ingreso la medida y para poder adquirir electrodomésticos más eficientes y que consuman menos electricidad. Pero, ¿sabrán todo esto los candidatos?

 

En tanto los candidatos y la candidata se enteran de esta información, yo me adelanto con las siguientes propuestas:

 

Reorientar los recursos, que actualmente se usan para subsidiar a los energéticos, a los sectores de la población de menores ingresos que se verían afectados por esta decisión, ya sea a través de transferencias directas o del financiamiento para la adquisición de electrodomésticos más eficientes.

 

Financiar la producción de energía renovable, limpia y amigable con el medio ambiente, como la eólica o la de fotoceldas.

 

Financiar el cambio tecnológico de la industria del país que actualmente consume mucho combustible no renovable y altamente contaminante.

 

*Consultora de Inteligencia Pública

**Defoe. Encuesta Nacional de 400 casos, levantada del 5 al 7 de abril de 2012 con un error muestral de +/- 4.9%.

 

 

3 replies on “¿Qué hacer con 200 mil millones de pesos de impuestos?”

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