La narcoviolencia no comenzó con el sexenio de Felipe Calderón, sino dos años antes. Un estudio de la Universidad de San Diego revela que por lo menos desde 2004 los mercados que sirven para la venta de drogas en el país ya eran inestables y cada vez más violentos.

 

El documento Drug Violence in Mexico, Data and Analysis Through 2011, presentado en Estados Unidos, afirma que esta violencia continuó en una espiral fuera de control debido en parte a la estrategia del gobierno de la confrontación directa, la desestabilización continua de los mercados de drogas y el aumento de la competencia en el tráfico de drogas.

 

Elaborado por Cory Molzahn, Viridiana Ríos y David A. Shirk, el análisis sostiene que la violencia del narcotráfico era del orden de los 3 mil y 4 mi muertes anuales desde 2000 hasta 2006.

 

“Alrededor de dos años anteriores a la administración de Calderón, la violencia relacionada con las drogas comenzó a aumentar. En 2005, el número de asesinatos relacionados con las drogas probablemente aumentó en casi un 9% respecto a 2004. Este tipo de violencia aumentó en casi un 11% en 2006 y se concentró principalmente en Chihuahua y Michoacán”, revela la investigación.

 

El cálculo se basa en la documentación de la violencia y su correlación con la oferta y la demanda de drogas ilegales, así como otros tipos de homicidios y crímenes.

 

“Estas estimaciones sugieren que los mercados de las drogas ya eran inestables y se estaban volviendo cada vez más violentos por lo menos desde 2004, proporcionando por lo menos una justificación plausible para los esfuerzos del gobierno”, señala el texto.

 

Para los investigadores de la Universidad de San Diego, la documentación de los patrones históricos de la violencia del narcotráfico es importante “porque algunos críticos argumentan que el gobierno de Calderón lanzó su asalto a los traficantes de drogas como una medida política para legitimar la administración después de la controvertida elección presidencial de 2006”.

 

Sin embargo, atajan los autores del informe, independientemente de las motivaciones políticas, el gobierno de Calderón fue “claramente incapaz de prever la espiral de violencia” que dio lugar su estrategia de combate directo contra estos grupos criminales.

 

Víctimas colaterales

 

El análisis advierte que la violencia cada vez está más dirigida a las autoridades, periodistas y a poblaciones vulnerables, y que mientras algunos cárteles de la droga permanecen intactos, como el cártel de Sinaloa, otros se han fragmentado y diversificado.

 

“Un número cada vez mayor de las fuerzas del orden, funcionarios, periodistas, mujeres y niños se unieron a las filas de los muertos en México en 2011 y muchas de las víctimas de la violencia fueron sometidos a horribles actos de tortura y mutilación”, indica el estudio.

 

En promedio, cada día de 2011, unas 47 personas fueron asesinadas, cuatro de las cuales fueron torturadas, dos decapitadas, tres eran mujeres y 10 eran jóvenes.

 

Las conclusiones

 

Drug Violence in Mexico, Data and Analysis Through 2011 urge a México a poner en práctica una policía profesional y las reformas del sector judicial. “En la medida en que el gobierno federal ha confiado en los despliegues de gran fuerza militar para restablecer el orden en las zonas donde la violencia está muy concentrada, la violencia de masas representa un reto importante.”

 

Los autores recomiendan además un mayor enfoque de los recursos y la atención a los desafíos de la reforma de las policías estatales, las reformas judiciales y reforma penitenciaria en todos los niveles.

 

Sostiene que en la actualidad hay poca evidencia de que las propuestas de despenalización de drogas o su legalización tengan algún efecto significativo sobre los niveles de violencia en el país.

 

Sin embargo, concluye, “la discusión de la legalización se ha debilitado por la falta de discusiones francas sobre sus posibles implicaciones. Esos debates siguen siendo tabú en los pasillos del poder a pesar de un creciente apoyo político para la legalización entre los ciudadanos comunes de México y Estados Unidos”.