LONDRES. Amnistía Internacional (AI) denunció el aumento de la represión contra periodistas y blogueros en Cuba, México y Honduras durante 2011, un año que, según la organización, fue “el más mortífero para los ciberactivistas” en el mundo.

 

Ante la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que hoy se celebra, la organización de defensa de los derechos humanos divulgó el informe “Represión en la era digital”, donde alerta de que países como Siria, China o Cuba han extendido su censura a internet.

 

Entre estas nuevas medidas represoras, Amnistía recoge el bloqueo de los motores de búsqueda, el encarecimiento del precio de internet, la tortura a activistas para conseguir sus contraseñas de Facebook o Twitter o la aprobación de leyes para controlar lo que se publica en la red.

 

“Los estados están atacando a los periodistas y activistas en línea porque saben que estas personas valientes saben aprovechar eficazmente internet para desafiarlos”, dijo Widney Brown, responsable de Derecho Internacional de AI.

 

En el caso de Cuba, AI recoge el testimonio del periodista y bloguero Luis Felipe Rojas que tiene que recorrer 200 kilómetros en coche para poder acceder a internet y pagar seis dólares -un tercio del salario mensual local- para conectarse durante una hora.

 

El bloqueo de páginas web llevado a cabo por el régimen castrista implica que a veces tiene que enviar sus escritos por SMS a un contacto fuera del país para que él lo publique en su blog.

 

Según Hablemos Press, una agencia de noticias no oficial, más de 75 periodistas independientes fueron detenidos durante los últimos doce meses en Cuba.

 

“Las autoridades nos atacan porque hablamos de cuestiones que afectan a la gente: que falta comida, que los servicios públicos no funcionan, que hay problemas con el servicio de salud”, dijo Rojas, que en su web explica que fue detenido el pasado sábado supuestamente “por difundir falsas noticias sobre el acontecer local y nacional”.

 

El informe también advierte de la situación de los periodistas en México que, según AI, es uno de los países más peligrosos del continente, especialmente en el norte del país.

 

La organización se hace eco del caso de Regina Martínez, redactora especializada en narcotráfico de la revista política Proceso, asesinada el pasado 28 de abril en su domicilio.

 

Asimismo, Amnistía recoge la experiencia de la periodista hondureña Dina Meza quien explica en una carta que “hablar, escribir y contar la verdad significa estar en la línea entre la vida y la muerte en este país”.

 

En su informe, AI señaló Pakistán -donde 15 periodistas fueron asesinados en 2011-, África y Oriente Medio como las zonas con menor libertad de prensa, aunque celebró que las revueltas en Túnez y Libia mejoraron la libertad de expresión para los medios de esos países.