A sus 28 años, Kevin Systrom, fundador y director general de Instagram, un servicio móvil para compartir fotografías que Facebook compró recientemente por mil millones de dólares, es más relajado que el emprendedor tecnológico promedio.

 

Después de graduarse en Stanford University en 2006, Systrom, quien creció a las afueras de Boston, pasó dos años en Google trabajando en el desarrollo de productos. Una vez cada trimestre, él y otros tres miembros de Google se encargaban de reunir a altos ejecutivos para fijar las metas de la empresa, y después rastreaban su cumplimiento.

 

“Como se pueden imaginar, entre los ejecutivos de Google había fuertes personalidades”, dijo Pete Koomen, quien trabajó con Systrom en la empresa. “Él sabía como hacer que la gente congeniara”.

 

La facilidad con la que Systrom navega el mundo tecnológico puede reflejar el hecho de que creció en él. Su madre, Diane Systrom, trabajó en Monster.com durante el primer auge de las nuevas empresas tecnológicas. Ahora es ejecutiva de Zipcar.

 

Él hizo un internado en Odeo, donde se desarrolló Twitter, mientras estudiaba ingeniería en Stanford. Conoció a muchas luminarias tecnológicas durante sus años de formación, incluyendo a Mark Zuckerberg, a quien consideró unirse en Facebook antes de decidir a seguir sus estudios.

 

Las semillas de Instagram se plantaron en Stanford. Un problema que le irritaba a Systrom, fanático de la fotografía, era el espacio que ocupaban las fotos en los sistemas de correo electrónico de la universidad. Él quería crear la manera de compartir y aumentar las fotografías.

 

Después de su periodo en Google, Systrom se unió a Nextstop, un sitio electrónico de recomendación de viajes que Facebook adquirió después en 2.5 millones de dólares. Entonces, Systrom inició Burbn para enfocarse en los servicios móviles.

 

Éste ofrecía un poco de todo. “No podía explicárselo a nadie”, dijo Robby Stein, colega de Systrom en Google. Pero a los usuarios les encantó la función de fotografía, por lo que Systrom se enfocó en eso.

 

Lo hizo con ayuda de algo de dinero inicial que ya había recabado, refinando la aplicación fotográfica para celulares y rebautizando la operación como Instagram.

 

Una persona familiarizada con el tema dijo que Systrom obtendrá 500 millones de dólares del acuerdo con Facebook, que incluye tanto efectivo como acciones.