El Parque Nacional Cabo Pulmo de Baja California Sur, la única reserva coralina del Pacífico este, se encuentra en riesgo ante la construcción del megaproyecto turístico residencial de Cabo Cortés.

 

Ello lo advirtieron Gustavo Alanís Ortega, director ejecutivo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, y Alejandro Olivera, coordinador de la campaña océanos y costas Greenpeace México, en la Semana Ambiental Interuniversitaria “Una visión sustentable de la hospitalidad”, en la Universidad Iberoamericana.

 

Los especialistas evidenciaron que “el proyecto viola el Programa de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos, que prohíbe construir en dunas. Y dadas sus características, la boca o entrada de la marina va a afectarlas”.

 

En tanto, la empresa Hansa Baja Investments, que pretende el desarrollo turístico en Cabo Cortés en Baja California Sur, que incluiría tres mil hectáreas, 27 mil 700 habitaciones, dos campos de golf y una marina, se ha amparado con estudios ambientales basados en información falsa, acotaron los investigadores.

 

La firma europea impulsora del plan cuenta con otro desarrollo en México, llamado Novo Cancún, en Quintana Roo, que también ha sido foco de críticas y acusaciones.

 

Gustavo Alanís y Alejandro Olivera revelaron en un comunicado que de acuerdo con la legislación mexicana no es posible autorizar un proyecto cuando no se han presentado todos los estudios que permitan evaluar de forma integral los impactos ambientales de él y definir de forma adecuada acciones de prevención y mitigación.

 

Consideraron que no se han presentado los estudios suficientes que permitan evaluar todos los impactos ambientales que podría tener este proyecto sobre el arrecife de Cabo Pulmo.

 

Señalaron que el tema es de suma trascendencia para las organizaciones de la sociedad civil y del gobierno, quienes han interpuesto recursos legales para detener esta amenaza.

 

Sin embargo, no han sido suficientes o la autoridad ha incurrido en errores, ya que fue otorgada una segunda autorización parcial a la empresa responsable del proyecto, lo que contraviene la legislación ambiental, que establece la definición de todos los impactos de todas las acciones sobre el sistema ambiental.

 

Refirieron que el megaproyecto turístico, “sería algo parecido a construir un Cancún como lo conocemos hoy en día, esta vez junto al área natural protegida Cabo Pulmo.

 

“Ese es el arrecife de coral más grande del Golfo de California, un ejemplo mundial de conservación entre la comunidad y la autoridad, la reserva marina más productiva del mundo, patrimonio natural de la humanidad declarado por la UNESCO y sitio protegido por la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas conocido como RAMSAR”.