La Organización de las Naciones Unidas (ONU) prevé que para 2025, dos terceras partes de la población mundial padecerán escasez de agua. Este concepto atraviesa otro aún más inquietante: el de “seguridad humana”, que significa disponer de la suficiente protección para el desarrollo y mantenimiento de las condiciones del sustento de las sociedades.

 

El agua tiene una doble condición de sustento fundamental para la vida, pero también como fuente de amenaza natural, como las inundaciones. La percepción pública más íntimamente arraigada respecto de los recursos hídricos es el de la escasez, lo cual lleva casi inevitablemente a imaginar futuros escenarios de inseguridad y hasta de guerra entre naciones, en disputa por el vital líquido.

 

La semana pasada se conmemoró el Día Mundial del Agua y, en esta ciudad, se presentó el DiagnósticodelAguaenlasAméricas(http://bit.ly/GQxnKp), obra que reúne en 450 páginas la contribución de unos 70 científicos y especialistas en el tema de 15 países de América y el Caribe, coeditada por la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS por sus siglas en inglés) y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC (FCCyT).

 

Los coordinadores del Diagnóstico, Blanca Jiménez Cisneros (México) y José Galizia Tundisi (Brasil), quienes también son copresidentes del Programa del Agua de la IANAS, enfatizaron su confianza de que este esfuerzo colectivo servirá para consolidar el estudio y la comprensión de las fortalezas y debilidades de los recursos hídricos en el continente.

 

El capítulo RecursoshídricosdeMéxico revela que en las últimas tres décadas se ha triplicado la extracción de los mantos acuíferos, lo que ha llevado a situaciones de genuina sobreexplotación –superior a 20% del nivel de rendimiento habitual promedio–, lo que pone en riesgo la sustentabilidad acuífera nacional.

 

Respecto de la percepción de escasez del agua, la doctora Blanca Jiménez señala que aun cuando el agua no se acaba, cada vez cuesta más trabajo garantizar el suministro, principalmente en zonas de gran marginación económica, pues hay que traerla de lugares cada vez más apartados.

 

De acuerdo con el Programa de Evaluación Mundial del Agua de la ONU, la industria alimentaria gasta en promedio 70% del agua disponible a nivel mundial, el resto de las ramas industriales ocupa 22% y, el consumo humano, 8%.

 

Con ese panorama a futuro, es clara la urgente necesidad de generar en la sociedad la conciencia y el conocimiento suficientes respecto del valor y de la situación del agua, así como fomentar y mejorar, desde la contribución de la ciencia, el desarrollo de políticas públicas, tanto de la gestión como del manejo del agua y sus diversos usos: urbano, campesino, industrial, etcétera, de modo que podamos enfrentar con mejores condiciones los impresionantes retos que nos plantea la realidad del agua en el planeta, en el continente americano y el Caribe y, desde luego, en todo el territorio nacional.

 

En México se ha triplicado la extracción de mantos acuíferos, lo que pone en riesgo la sustentabilidad hídrica nacional

 

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