La tragedia ferroviaria ocurrida en Buenos Aires dejó un saldo de 50 muertos y más de 700 heridos, muchos de los cuales todavía están sin identificar, reportaron hoy las autoridades.
Un día después del choque de trenes que conmocionó a los argentinos, el director de Defensa Civil, Daniel Russo, explicó que aun se desconoce la identidad de siete hombres y cinco mujeres fallecidos.
El problema para reconocer a las víctimas, tanto a algunas que murieron como a los heridos, es que perdieron sus documentos durante el siniestro que se registró la víspera en la Estación Once, en pleno centro de esta capital.
Por eso es que, pese al tiempo transcurrido, aun es incesante el deambular de familiares que buscan con desesperación a sus esposos, hijos, hermanos, primos o amigos en los hospitales y en la morgue.
Cuatro personas de nacionalidad paraguaya han sido identificadas dentro de las victimas mortales del accidente, además de dos ciudadanas bolivianas y una chilena, tambíen se busca a dos peruanas desaparecidas.
Esta mañana, en medio de la conmoción, las críticas comenzaron a apuntarle a Trenes de Buenos Aires (TBA), la empresa concesionaria que maneja la Línea Sarmiento en donde ocurrió la tragedia, pero que ya acumula una serie de accidentes fatales.
El servicio de trenes fue privatizado en Argentina en la década del 90, pero las empresas nunca cumplieron con las inversiones pactadas con el Estado y desde hace casi una década reciben millonarios subsidios para seguir operando.
A sabiendas de que ya hay una demanda social para que se le retire la concesión de la Línea Sarmiento, Roque Cirigliano, director de TBA, aseguró que el tren que chocó “estaba en buenas condiciones” técnicas.
Agregó que el accidente se pudo haber producido por una falla humana” ya que “por el sistema que utiliza el tren, es muy poco probable que se quede sin frenos, además la formación tenía la revisión hecha y el alistamiento correspondiente”. (Notimex)