FLORENCE, Carolina del Sur. Tras salir bien parado de los ataques de sus rivales por la candidatura republicana durante un debate el lunes por la noche, el favorito Mitt Romney pasó a la ofensiva ayer al criticar la trayectoria del ex senador Rick Santorum en materia de los derechos cívicos de ex convictos, un asunto de fuerte repercusión entre los conservadores que son mayoría en la base del partido.

 

Por su parte, Santorum acusó a Romney de mentir al negarse a condenar la publicidad televisiva realizada por sus partidarios, pero éste ratificó lo dicho por los avisos, aunque dijo que no tiene control sobre la publicidad negativa que inunda las ondas en Carolina del Sur de cara a las primarias del próximo sábado.

 

La publicidad está a cargo de los llamados “super PAC”: comités de acción política que apoyan a los candidatos pero con los cuales éstos no pueden tener contacto directo.

 

“Tengo entendido que Rick Santorum está muy excitado por el aviso de un super PAC que dice que está a favor de que los convictos voten”, dijo Romney. “¡Pues sí, lo está! Esa es su posición”.

 

En tanto, los otros tres rivales de Romney lo han seguido atacando con la esperanza de que el ex gobernador de Massachusetts acusara el golpe.

 

Durante el debate del lunes por la noche, siguieron enfocándose en su riqueza y su actividad empresarial, e insistieron que dé a conocer sus declaraciones de impuestos. Romney vaciló, pero dijo con renuencia que podría hacerlo en abril. Para entonces espera tener asegurada la candidatura para las elecciones de noviembre.

 

El martes, Romney aclaró que daría a conocer solamente su última declaración, no la de los seis años anteriores como hizo el entonces candidato Barack Obama o de dos años como John McCain. “La gente querrá ver la más reciente”, dijo Romney.

 

Los candidatos en Estados Unidos no tienen la obligación de publicar sus declaraciones fiscales, pero lo hacen como gesto de buena fe para mostrar sus fuentes de ingresos y el porcentaje de éstos que pagan en concepto de impuestos.

 

Según rumores, Romney paga los impuestos de ley, pero a una tasa muy inferior que la que grava los ingresos de los simples asalariados. La ley permite a inversionistas como Romney pagar una tasa considerablemente inferior sobre los ingresos por ganancias de capital.

 

También lo presionaron durante el debate sobre la creación de empleos cuando presidía la firma de capital de riesgo Bain Capital y sus cambios de posición sobre el aborto. Ante la acusación de que ha permitido una ola de publicidad negativa, Romney insistió en la independencia de los Super PAC que presentan avisos contra Santorum, Newt Gingrich, Rick Perry y Ron Paul.

 

Santorum dijo el martes que al negarse a condenar los avisos, “Romney apoya mentiras, promueve mentiras y respalda esas mentiras”.

 

Santorum estaba consternado por un aviso según el cual votó a favor de permitir que criminales convictos voten y mostraba la foto de un hombre con uniforme naranja de presidiario. Santorum ha dicho que los convictos que han cumplido sus sentencias y están en libertad deben poder votar.

 

En tanto, Gingrich recibió el apoyo del vicegobernador de Carolina del Sur, Ken Ard, quien apareció con él en Florence y dijo que era el más inteligente y aguerrido de los candidatos. Sin embargo, Romney ya tiene el codiciado respaldo de la gobernadora Nikki Haley, una favorita del movimiento conservador Tea Party y la ultraderecha.

 

Los cinco volverán a protagonizar un debate el jueves por la noche, el último antes de las primarias del sábado. (AP)