Finalmente comenzó; el político que durante los dos últimos años se mantuvo subiendo y en la punta de las encuestas en la carrera por la Presidencia, comenzó a descender en las intenciones del voto. Enrique Peña Nieto y su equipo de estrategas han registrado en sus encuestas internas una pérdida de hasta 7 puntos en las preferencias del precandidato priista, algo que no había ocurrido en ningún sondeo de los últimos 24 meses y que ha motivado ajustes que se anunciarán en breve en el equipo de campaña.

 

La caída ha sido confirmada por otros sondeos externos y es la razón por la que empresas como el Gabinete de Comunicación Estratégica, contratada por Peña, prefirieron no publicar sus últimas encuestas que habitualmente daban a conocer en un diario capitalino. Dentro del equipo peñista se diseña una estrategia para “tratar de matizar la caída” y evitar que se pronuncie o que se genere la percepción de que el mexiquense ha iniciado un descenso que lo pueda llevar a perder la condición de puntero que tenía en las encuestas.

 

De las causas de esa caída no comentan mucho en el cuartel del priista, pero es fácil relacionar esa pérdida de puntos con las semanas recientes en el proselitismo de Peña Nieto. Los tropezones y deslices verbales que tuvo el mexiquense a partir del episodio de la Feria Internacional del Libro, con su desmemoria sobre los libros que han marcado su vida, seguido del mensaje de su hija Paulina en las redes sociales llamando “prole” a quienes criticaron a su padre, y como remate su desconocimiento del salario mínimo y del precio de la tortilla, finalmente parecen haber hecho mella en el aspirante del PRI.

 

La valoración interna que habían hecho de esos incidentes entre los asesores de campaña, decía que no tendría mayor impacto en las encuestas y que, en todo caso, era más un tema del “círculo rojo”. Las encuestas propias les mostraron el daño ocasionado por los dislates verbales en apenas un mes de precampaña y ahora la emergencia es como aminorar el impacto político y mediático de esa caída.

 

Los ajustes al equipo de campaña serán otra consecuencia del descenso en las encuestas; internamente se da por hecho que Luis Videgaray continuará en la coordinación de Campaña, pero se espera que Peña Nieto anuncie nuevos refuerzos e incorporaciones a su equipo de operadores políticos de alto nivel para tratar de frenar la caída y abrir su equipo a otros grupos del PRI, pues hasta ahora el precandidato priista y sus estrategias han sido copadas sólo por su propio grupo político, el del Estado de México, y han hecho a un lado a otros operadores que serán llamados por Peña.

 

Más allá de si logran o no “matizar la caída”, el mensaje para Enrique Peña Nieto y sus estrategas de campaña es claro: si en un mes, con yerros de tipo verbal y fallas en la operación política y mediática descendieron 7 puntos, ¿qué puede pasar cuando se intensifique el golpeteo y los ataques en su contra? O refuerzan y corrigen la estrategia o con caídas de 7 puntos en un mes se pulverizara la ventaja peñista que ya mostró su primer signo de vulnerabilidad.

 

NOTAS INDISCRETAS… En su llegada a la coordinación de campaña de Josefina Vázquez Mota, el joven político Roberto Gil Zuarth tiene un objetivo extra, además de buscar el triunfo de su candidata: cobrarles las facturas a Ernesto Cordero y sus operadores que fueron los que le impidieron llegar a la dirigencia nacional del PAN. Decía Maquiavelo en El Princípe que “cuando se hace daño a otro es menester hacérselo de tal manera que le sea imposible vengarse”. Y a Gil lo dejaron vivo y hoy tiene esa oportunidad…Dados girando. Segunda escalera.

 

sgarciasoto@hotmail.com | @sgarciasoto