Peculiar futbol que por un lado vive ansioso por conseguir los más jóvenes talentos, aunque por otro repesca a viejas glorias y da nacimiento a segundas partes.

 

Si algo tienen en común Manchester United y Arsenal, a diferencia de otros gigantes europeos, es su constante apuesta por juveniles y novatos.

 

Y ahí los tenemos en un mismo fin de semana a los primeros sacando del retiro a Paul Scholes (que hace unas semanas jugaba en un torneo de padres e hijos) y a los segundos recontratando a Thierry Henry.

 

Tanto Scholes como Henry tienen un sitio de honor en la historia de estos dos clubes, son auténticas leyendas, pero su regreso no deja de resultar extraño.

 

¿Por qué prefirió el técnico del United, Sir Alex Ferguson, a un hombre que no ha pateado balón en seis meses que a uno en verdadero ritmo de competencia? ¿Por qué apostó el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, por un futbolista que ha dejado atrás sus mejores años?

 

Hay muchas respuestas y especulaciones, aunque en el caso de Henry, se suman otro par de circunstancias: la liga estadounidense (donde él milita) se encuentra en vacaciones y el Arsenal pierde delanteros en este momento del año debido a la Copa Africana de naciones.

 

Tan experimentados técnicos como Ferguson y Wenger han implementado similares soluciones porque saben que estos dos jugadores, Scholes de 38 años y Thierry de 35, pueden aportar cosas difícilmente conseguibles en el mercado: liderazgo sano, inspiración para los compañeros, prontísima adaptación a la filosofía del club. Si a eso añadimos que ambos se han declarado dispuestos a alternar banca con minutos de juego y a que no se tuvo que pagar millonario traspaso por ellos, entonces no son tan malas ideas.

 

Sin embargo, no se puede perder de vista que seis meses atrás, cuando Scholes anunciaba su retiro, decía con dolor que las piernas ya no le alcanzaban para hacer su futbol: hoy, con menos piernas, está de vuelta.

 

Funcionen poco o mucho como refuerzos, hay otra realidad evidente: ya hasta los técnicos con proyectos más longevos y sólidos prefieren soluciones a corto plazo… O será, más bien, que han aprendido que las soluciones a mitad de temporada, difícilmente son duraderas y sólo sirven para sacar al equipo de algún apuro.

 

@albertolati

 

 

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