El gobierno de Corea del Sur anunció hoy que impulsará los contactos con su vecino del Norte, como parte de los esfuerzos para mantener la paz y estabilidad en la península tras el repentino fallecimiento del líder, Kim Jong-il.

 

La medida está diseñada para abrir un diálogo de alto nivel con el régimen de Pyongyang y resolver un conflicto pendiente sobre los ataques del Norte sobre el Sur en 2010, que ha impedido que ambas Coreas avancen en sus relaciones.

 

Las autoridades de Seúl también señalaron que reforzarán la comunicación con las potencias regionales para garantizar su cooperación en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en la península coreana, dividida desde el fin de la guerra en 1953.

 

El ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Kim Sung-hwan, afirmó que su gobierno está dispuesto a considerar diálogos con el nuevo líder norcoreano, Kim Jong-un, en otra indicación de que Seúl está listo para confraternizar con el nuevo líder de Pyongyang.

 

Cuando se le preguntó sobre si Corea del Sur reconocerá al joven líder norcoreano como su homólogo en las posibles conversaciones cumbre intercoreanas, Kim respondió: “Si asume un título apropiado cuando celebremos los diálogos, las conversaciones se celebrarán con él”.

 

El comentario de la cancillería se considera como un indicio de que Corea del Sur celebraría una reunión cumbre con Kim Jong-un, quien fue lanzado a la vanguardia del nuevo régimen de Corea del Norte tras la muerte repentina de su padre, Kim Jong-il.

 

El Ministerio de Unificación, en un informe anual de política para el presidente Lee Myung-bak, acotó que se pretende “abrir un diálogo entre los funcionarios de alto rango” de las dos Coreas para tratar de resolver el problema de los ataques del Norte.

 

Un funcionario de la dependencia comentó que Seúl no tiene ningún plan inmediato para proponer una reunión con Corea del Norte, aunque indicó que podría establecer un canal de diálogo teniendo en cuenta la actitud del régimen comunista.

 

Las dos Coreas han llevado a cabo más de 20 rondas de conversaciones a nivel de gabinete, el mayor canal de diálogo permanente, para impulsar la reconciliación y los proyectos transfronterizos en los ocho años siguientes a la cumbre histórica del año 2000.

 

Sin embargo, no se celebraron conversaciones de alto nivel desde 2008, cuando el gobierno conservador de Lee tomó el poder en Seúl con una política de línea dura hacia Pyongyang, indicó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

 

Lee dejó recientemente abierta una “ventana de oportunidad”, en un intento de mejorar las deterioradas relaciones, ya que el nuevo líder del Norte, Kim Jong-un, toma el mando del país vecino tras la muerte de su padre, Kim Jong-il.

 

El informe también dijo que las dos Coreas podrían discutir las maneras sobre cómo implementar los acuerdos alcanzados en las cumbres intercoreanas en 2000 y 2007, que requerían mejores relaciones y una serie de proyectos transfronterizos.