Recordado como el “Padre del lounge”, un género musical derivado del jazz, el compositor y arreglista tamaulipeco, Juan García Esquivel, quien el martes será recordado a 10 años de su muerte, ocurrida el 3 de enero de 2002, es uno de los músicos más reconocidos a nivel internacional y punto de inspiración para artistas de la talla de Quentin Tarantino y Bono.

 

Nacido en la ciudad de Tampico, Tamaulipas, el 20 de enero de 1918, Juan García Esquivel inició sus estudios de piano en la Ciudad de México cuando contaba apenas con 10 años de edad.

 

Al cumplir los 14, él mismo se inició en la composición, con lo que demostró ser un niño prodigio de la música con gran interés por la tecnología, lo que le permitió realizar piezas que se adelantaron a su tiempo.

 

Pronto, a los 17 años dirigió una orquesta de 30 piezas, que fue la de estación radial XEW-AM y mientras desarrollaba sus habilidades musicales paralelamente se graduó de la Facultad de Ingeniería del Politécnico, hecho que le ayudó a experimentar con la electrónica.

 

Fue en la XEW, donde el músico se la pasó componiendo arreglos para el programa cómico de Arturo “el Panzón Panzeco” Manrique y en ésa misma época muchos de sus “jingles” llegaron a ser muy populares anunciando productos comerciales.

 

De acuerdo con sus biógrafos, en 1956 grabó en México su primer disco con efectos y de ambiente en vivo llamado “Las Tandas de Juan García Esquivel” y luego realizó la banda sonora de la película “Cabaret Trágico”, en el que logró una mezcla magistral de ritmos tropicales con el jazz.

 

En 1958, fue contratado por la empresa estadounidense RCA Victor a fin promocionar las nuevas consolas estereofónicas con discos de su autoría, como “To Love Again”.

 

A lo largo de 10 años en esta empresa logró grabar un total de 11 discos de larga duración en los que plasmó su genialidad musical al realizar composiciones y arreglos tan adelantados para su época, entre ellos “Other Worlds, Other Sounds” y “Four Corners of the World”.

 

Solamente un público muy exclusivo respecto a gustos musicales, como Henry Mancini, Frank Sinatra y Walt Disney, quienes fueron sus más fervientes admiradores, lograron reconocer la música de “Esquivel”, como fue conocido en Estados Unidos, donde desarrolló la mayor parte de su carrera.

 

Todos ellos solían acudir a los espectáculos que Esquivel y su Orquesta brindaban en los mejores hoteles y casinos de Las Vegas, pues en su música se puede apreciar toda la extravagancia y la calidad de sus arreglos muy reconocidos en su álbum “Latin-esque” producción con la cual hizo realmente su entrada en el sonido Stereo.

 

En este disco, Esquivel creó juegos musicales muy peculiares e innovadores entre los sonidos creados por aparatos electrónicos y su combinación con instrumentos inusuales en orquestas.

 

Para crear tales sonidos “esquivelezcos”, el compositor y arreglista mexicano usó dos orquestas que grabó en estudios separados, apoyado en la coordinación por Stanley Wilson.

 

En la década de 1990, la música Pop de la Era Espacial, de la cual Esquivel es el rey indiscutible, tomó auge como “Lounge Music” y fue cuando este genio fue reconocido mundialmente por las élites musicales de la comunidad alternativa.

 

Su fama quedó plasmada en revistas de corte internacional como “Rolling Stones”, la cual lo entrevistó en exclusiva y personalidades actuales como Matt Groening, creador de “Los Simpsons”; Bono, voz y líder de la banda de rock inglesa U2; Quentin Tarantino, afamado cineasta; por nombrar algunos, han reconocido haber sido influenciados por la obra de Juan García Esquivel.

 

Sin embargo, la esencia ambiental de los sonidos esquivelezcos fue retomada por el compositor italo-americano Henry Mancini y lo adaptó exitosamente en las bandas sonoras de Hollywood: pronto lo incluyó exitosamente en su producción orquestal como música ambiental en los ’60.

 

Henry Mancini fue el primer compositor de bandas fílmicas más exitoso a nivel mundial y difundió el ahora denominado lounge con mayor éxito gracias al apoyo de los grandes consorcios transnacionales: por ello el estilo creado por Esquivel no tuvo el mismo eco referencial en su momento, de hecho, ni siquiera en su patria.

 

Actualmente, toda la discografía del tamaulipeco es ampliamente recomendada y, en particular, el disco compilatorio que realizó BMG en 1998 -“Loungecore”, que representa una excelente muestra del inigualable talento del compositor y arreglista, fallecido el 3 de enero de 2002.

 

Composiciones tales como “Mucha Muchacha”, “Mini Skirt” o “Yeyo” son tan sólo algunos de los temas que dieron fama a este músico y su versatilidad como arreglista quedó manifiesta en temas clásicos como “Vereda tropical”, de Gonzalo Curiel, y “Bésame mucho” de Consuelito Velázquez.