El secuestro es un delito que en los últimos tres años muestra una tendencia al alza en todo el país. Se presenta de distintas formas: aquéllos en los que las víctimas son elegidas por su capacidad económica, podrán pagar un rescate significativo y puede extenderse a largo plazo; otros que son aleatorios y en los que la familia de la víctima podrá solventar un pago intermedio; también los exprés, en los que no importa quién es el secuestrado sino que el delincuente quiere obtener recursos rápido, y el secuestro virtual.

 

Si bien el escenario coloca a gran parte de los ciudadanos en riesgo de ser secuestrados, expertos  aseguran que se puede disminuir la exposición al peligro si se toma conciencia de esto y adoptan las medidas preventivas adecuadas.

 

En un curso ofrecido por la empresa KROLL a empresarios, se plantean una serie de medidas que, de adoptarse, pueden permitir una vida con menos riesgos. Siguiendo, para ello, unos principios básicos: evitar las rutinas, ser desconfiado, ser metódico en la planeación de los lugares que visita, contar con comunicaciones seguras, no sea ostentoso ni muestre joyas caras si es que se mueve con personas que no son de su perfil.

 

La compañía, especializada en temas de seguridad, sugiere desde caminar por la calle sin distracciones, observando alrededor para detectar, en su caso a cualquier persona sospechosa y si alguien lo sigue, no permita que se le acerque, cambie de dirección y busque un lugar seguro que esté concurrido.

 

Si debe gritar, porque están cerca de usted, se sugiere en el documento, no diga “socorro o auxilio”, es mejor exclamar la palabra: “fuego”.

 

Si viaja en automóvil, planifique al lugar al que debe llegar, para que sepa la mejor parte para estacionarse, ubique las zonas de escape ante cualquier emergencia. Si al momento de abordar su automóvil desconfía de algo o alguien, siga de largo y llame a la policía, o si se da cuenta de una llanta desinflada no se quede allí, desde un punto seguro llame a su seguro.

 

También sugieren los expertos que nunca permanezca dentro de su vehículo estacionado, porque “es la víctima perfecta”. No deje las llaves de su casa dentro del vehículo, pueden utilizarlas posteriormente.

 

“No coloque en su auto calcomanías que permitan identificar dónde vive usted, dónde trabaja, qué lugares frecuenta, a qué universidad concurre. Esto puede usarse en su contra”.

 

Es preferible que si viaja en su automóvil no tenga las ventanas abiertas totalmente, las puertas con seguros y  observando a su alrededor, para detectar a tiempo a personas que le parezcan sospechosas. Y si apenas abordará su vehículo, hágalo pronto.

 

“Los abordajes a un vehículo sólo son posibles si el vehículo está detenido. Un delincuente nunca trata de abordar un auto en movimiento. Por eso evite en todo lo posible detenerse. Estando parado usted se vuelve un blanco muy fácil”.

 

Lo ideal es que no tenga rutinas establecidas, cambie de caminos y horarios. Al llegar a su casa observe los alrededores, si detecta a personas ajenas, no se detenga. Tenga a la manos siempre su celular y en la memoria los números de emergencia y de quienes puede pedir auxilio.

 

La empresa precisa que el 75% de los secuestros ocurren al salir y llegar a la casa, por lo que debe saber quién trabaja con usted, porque el 85% de los secuestros ocurren con ayuda del “circulo intimo”.