Las corrientes antagonistas en el Distrito Federal, leales a René Bejarano y Marcelo Ebrard, dejaron atrás sus conflictos y se alinearon con Andrés Manuel López Obrador, quien arrancó su precampaña a la Presidencia en la capital del país.

 

En el templete instalado en la explanada delegacional de Gustavo A. Madero se dieron cita lo mismo René Cervera, presidente de la Fundación Equipo, Equidad y Progreso, que el presidente del PRD en la capital, Manuel Oropeza, quien es militante de Izquierda Democrática Nacional (IDN).

 

Los precandidatos a la jefatura de Gobierno del DF, Mario Delgado, secretario de Educación del DF; Miguel Ángel Mancera, procurador capitalino; Alejandra Barrales, presidenta de la Comisión de Gobierno de la ALDF; Laura Velázquez, secretaria de Desarrollo Económico; Carlos Navarrete, coordinador del PRD en el Senado; y Martí Batres, ex secretario de Desarrollo Social local, estuvieron en primera fila, fieles al tabasqueño, pese a que se había dicho que no asistirían.

 

El gran ausente fue el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien según miembros de su gabinete tuvo que acudir al desfile navideño del Eje Central Lázaro Cárdenas.

 

Los aspirantes a la jefatura de Gobierno del DF se mantuvieron serios en el templete: hombro con hombro estuvieron Batres y Navarrete. A unos metros se mantuvo Delgado, con gesto serio, y más a la orilla, quedó Mancera.

 

Sin embargo, ninguno intentó acaparar los reflectores ni tomar la palabra. Si acaso buscaron un apretón de manos de su líder López Obrador.

Así permanecieron también los diputados federales del PT,Porfirio Muñoz Ledo y Gerardo Fernández Noroña.

 

Los ánimos en la delegación gobernada por Lobo, uno de los hombres cercanos a Ebrard, se mantuvieron en calma. Navarrete y Ríos Piter fueron los únicos que tuvieron complicaciones para acceder al presidium, pues no los identificaban. Al final libraron los obstáculos y se colocaron a pocos metros del candidato presidencial de las izquierdas.

 

Los dirigentes del PRD, Jesús Zambrano, de Movimiento Ciudadano, Luis Walton y del PT, Alberto Anaya, estuvieron presentes también junto a López Obrador.

 

Los discursos de los dirigentes, fueron breves y concisos, para dar pauta al protagonista: López Obrador, quien ponderó en sus discursos las bondades de su gobierno al frente del GDF.

 

La bejaranista Lizbeth Rosas hizo las paces con Lobo, y compartieron la escena en GAM.

 

En Iztapalapa se repitió la escena, sólo que se redujo a tres el número de aspirantes al DF: Delgado, Batres y Velázquez, y apareció como oradora la esposa de René Bejarano, Dolores Padierna, quien arrancó también precampaña al Senado por el DF.

 

Pero apareció otro caudal de diputados locales, bejaranistas como Aleida Alavez, y progresistas como David Razú y Carlos Augusto Morales. Todos se dieron la paz.

 

El paso de López Obrador por Álvaro Obregón serenó las confrontaciones entre los bejaranistas Leonel Luna, aspirante a la delegación, y Eduardo Santillán, jefe delegacional en Álvaro Obregón. Y se vieron los mismos rostros de los aspirantes al DF, Martí Batres y Laura Velázquez. Mario Delgado llegó de última hora sin lograr acomodarse en el templete.

 

En Benito Juárez, bastión panista, siguió la misma comitiva, pero en un ambiente más desangelado al que sólo se sumó el precandidato a diputado federal del PRD Pablo Gómez, para cerrar el primer día de precampaña de Andrés Manuel López Obrador.