Los ministros de Finanzas de la zona del euro celebrarán hoy una teleconferencia para acelerar la marcha de su estrategia anticrisis, presionados por la amenaza de las agencias de calificación de crédito de rebajar la nota de varios de sus miembros.

 

El pasado viernes Fitch rebajó la perspectiva de Francia a “negativa” y amenazó con degradar las notas de España, Italia, Bélgica, Eslovenia, Chipre e Irlanda hacia fines de enero, un anuncio que se suma a la amenaza de Standard & Poor’s, a principios de diciembre, de bajar la calificación de 15 países de la unión monetaria, incluyendo Alemania.

 

La prioridad es concretar al aumento de la contribución europea al Fondo Monetario Internacional (FMI) en hasta 200 mil millones de euros, decidida por los Veintisiete el 9 de diciembre para dotar a la institución multilateral ante eventuales nuevos rescates de países endeudados.

 

El FMI participa en los planes de rescate de Grecia, Irlanda y Portugal, además contribuyó con la ayuda concedida a Hungría en 2008.

 

La idea es recapitalizar el FMI a través de préstamos bilaterales y convencer a las grandes economías que no hacen parte de la Unión Europea (UE) a hacer lo mismo.

 

Rusia dijo la semana pasada que puede contribuir con hasta 20 mil millones de dólares.

 

Pero para concretar el plan hace falta que los socios de la zona del euro se pongan de acuerdo con los demás miembros de la UE respecto a la repartición de la contribución al fondo.

 

La teleconferencia de este lunes también servirá para dar inicio a las negociaciones técnicas que conducirán a la implementación del nuevo pacto fiscal europeo, del que sólo el Reino Unido ha quedado excluido hasta el momento.

 

Al mismo tiempo, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, comparecerá ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo para debatir sobre el papel de la entidad en el combate a la crisis.