La Procuraduría General de la República (PGR) llevará a cabo durante el próximo año, una depuración integral de su plantilla administrativa y operativa, que contempla la separación de todos los servidores públicos que no superaron satisfactoriamente las pruebas de control de confianza.

 

En específico, en el caso de la Agencia Federal de Investigación (AFI), elementos de esa corporación policiaca revelaron que cerca de mil 200 de los casi 4 mil que la componen, serán sometidos al proceso de destitución por el órgano de control interno de la PGR.

 

De hecho, 600 de estos elementos ya se encuentran notificados de los resultados negativos, y en 300 casos ya se inició el proceso administrativo correspondiente.

 

De acuerdo con el último registro del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), en la PGR, dependencia que encabeza Marisela Morales Ibáñez, trabajan 24 mil 519 personas, incluyendo a los efectivos de la AFI, de los cuales ya han sido evaluados 20 mil 562 que representan el 83.86%.

 

En este contexto, se prevé que la PGR concluya al 100% con las evaluaciones a más tardar en febrero.

 

En la dependencia indicaron que tan pronto finalice este proceso y por instrucciones de la procuradora, el órgano de control interno iniciará con el análisis e integración de los resultados a los expedientes, con la finalidad de que se solicite la baja de todos los que no resulten con una evaluación satisfactoria.

 

Y es que de acuerdo con las fuentes consultadas, la política será de “cero tolerancia” para aquellos no obtengan un balance positivo en el control de confianza el cual incluye además de la prueba del polígrafo, una evaluación de desempeño, y valoraciones psicológicas, psicométricas y de aptitudes.

 

Hasta el momento, la PGR no ha dado a conocer un balance preliminar respecto al número de funcionarios que serían despedidos de la institución pues subrayaron que los datos están aún en integración.

 

 

PGR, a la cabeza

Con más de 20 mil evaluaciones realizadas y un avance superior al 83%, la PGR está cerca de convertirse en la primera corporación a nivel federal o estatal en completar al cien por ciento los procesos de control de confianza de toda su plantilla operativa, incluyendo altos mandos y medios.

 

Por lo que se refiere al personal administrativo, fiscales, agentes del Ministerio Público y especialistas, la PGR cuenta con 20 mil 265 servidores públicos, de los cuales 16 mil 576 ya fueron evaluados, lo que representa un avance del 81.8%.

 

En el caso de la AFI, la plantilla laboral es de cuatro mil 254 policías ministeriales, de los cuales tres mil 986 ya cumplieron con el control de confianza, es decir, el 93.7% de toda la fuerza operativa.

 

De acuerdo con los registros del SNSP, la Secretaría de Seguridad Pública Federal registra 40 mil 759 elementos evaluados; sin embargo, la dependencia no ha informado cuál es su plantilla oficial de servidores públicos, por lo que se desconoce su grado de avance. Respecta a las entidades federativas, ninguna supera el 50% de avance.

 

Imposible, ganar con malos elementos

El pasado viernes, en el marco de la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el presidente Felipe Calderón y los gobernadores de los estados, acordaron recorrer a enero del año 2013, el plazo máximo para concluir con los exámenes de control de confianza y la depuración de los servidores públicos en los cuerpos policiales.

 

El primer mandatario recordó que “ni el mejor general puede ganar la batalla sino tiene soldados leales y confiables”, luego de acceder a la petición de los mandatarios estatales para que se diera un plazo más amplio en el proceso de certificación.

 

La semana pasada, la titular de la PGR, Marisela Morales Ibáñez, había pedido ya a sus delegados en todo el país, y de forma extensiva a todos los servidores públicos de la institución, que se desempeñaran con total profesionalismo o eficacia, o de lo contrario, presentaran su renuncia antes de que les sea solicitada.

 

“Hoy tenemos el privilegio de poder hacer algo por nuestro país, yo creo que si no lo hacemos, sería cobarde de nuestra parte continuar, porque si no queremos o no podemos, mejor hay que retirarse”, advirtió.