A unos meses de las elecciones presidenciales de 2012, el Distrito Federal, la segunda entidad con mayor número de electores en todo el país, encuentra al partido mayoritario, el PRD, con una pronunciada caída en las preferencias, al PAN también con tendencia a la baja, y al PRI con un repunte que, esperan, les alcance para desbancar al sol azteca del gobierno de la capital.

 

En la capital del país hay más de 7 millones de personas de acuerdo con la lista nominal de electores, sólo superada por el estado de México. El año entrante se elegirá, junto al presidente y congreso federal, a jefes delegacionales y diputados locales, contiendas que pueden ser determinantes en los resultados finales.

 

Las principales fuerzas de oposición, PRI y PAN, acaban de cambiar a su presidente del Comité Ejecutivo local. Jaime Aguilar, quien era delegado especial del tricolor, renunció ante la imposibilidad de conciliar a las dos principales fuerzas del partido, mientras Obdulio Ávila salió de Acción Nacional para ocupar la subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

 

Sin embargo, esos cambios no afectarán a estas fuerzas, señalan fuentes de ambas organizaciones. De hecho, en el PRI señalan que la “maquinaria está lista” refiriéndose a la estructura territorial formada por 500 mil simpatizantes que espera cosechar votos a nivel hormiga en las colonias hasta sumar los suficientes para acabar con el predominio perredista en la ciudad.

 

En el PAN confían en refrendar las tres delegaciones que actualmente gobiernan, Benito Juárez, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, y sumar una más; los esfuerzos se concentrarán en Coyoacán, Álvaro Obregón, Azcapotzalco y Cuauhtémoc, demarcaciones en las que han dado batalla al PRD y le han arrebatado distritos electorales ya sea locales o federales.

 

Un análisis de la estadística electoral de los dos últimos procesos indica que la aplanadora del PRD, que ganó las jefaturas delegacionales con votaciones promedio de 50% en 2006, perdió 20% en promedio en los comicios de 2009.

 

En esas elecciones, los votos sumados de la oposición superaron a los candidatos ganadores, con excepción de las delegaciones Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Xochimilco, a los que deben sumarse las tres demarcaciones ya en poder del PAN.

 

Aunque un escenario de alianza entre PRI y PAN para derrotar al partido mayoritario es virtualmente imposible, la caída en porcentaje de votación llama la atención porque en comicios anteriores, 2003 y 2006, el PRD duplicaba los votos de quien llegaba en segundo lugar.

 

Para las pasadas elecciones de jefes delegacionales, la oposición, que tuvo muy poca exposición en medios, no recibió muchos recursos de sus dirigencias y se presentó con aspirantes de muy bajo perfil, obtuvo resultados sorprendentes, que pueden explicarse por la sensible reducción de votos por parte del PRD.

 

En 2006, por ejemplo, las delegaciones Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Coyoacán, Tlalpan y Azcapotzalco dieron votaciones de 50.19%, 49.30%, 50, 53.27 y 45.49% respectivamente al candidato vencedor. Tres años más tarde los candidatos del PRD apenas cosecharon 30% y sus márgenes de ventaja se redujeron a apenas un dígito, cuando antes eran de hasta 20 puntos, por no citar el caso de Iztapalapa, donde Horacio Martínez arrolló en 2006 con 60% de los votos, pero su partido cayó a 22% en 2009 por efecto de la candidatura de Rafael Ángeles, Juanito.

 

Desgaste del partido en el poder, mal desempeño de sus funcionarios o éxito de estrategias de tierra que suman adeptos sin llamar la atención, lo cierto es que el PRD enfrenta, por primera vez en cerca de 15 años, un reto complicado en la entidad que le surte el mayor de votos.

 

En el DF se elegirá a 27 diputados federales, 40 locales, 16 jefes delegacionales, además de dos senadores, jefe de Gobierno y presidente de la República.

 

Tras la renuncia de Jaime Aguilar Álvarez de la dirigencia del PRI, que ocupaba desde hace más de tres años, el Comité Ejecutivo Nacional puede elegir a un nuevo presidente, nominar a otro delegado especial como lo era Aguilar, o recurrir al relevo del titular por el secretario general, en este caso, Carlos Chaurand.

 

En febrero o marzo se lanzará la convocatoria del partido para elegir a sus candidatos a diputados y jefes delegacionales.