1) La lactancia materna de recién nacidos hasta los seis meses de edad implicaría ahorros hasta 13 billones de dólares en la prevención de enfermedades como diabetes, obesidad e hipertensión.

 

2) La leche materna contiene anticuerpos que previenen la neumonía, una de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo. Es más digestiva; es rica en probióticos por lo que la flora intestinal de los bebés amamantados presenta menos elementos patógenos. La leche materna tiene mejor sabor que la leche de fórmula.

 

3) Los adolescentes que en su infancia fueron alimentados con leche materna reducen 40% el riesgo de padecer obesidad. Las madres que amamantaron disminuyen 40% el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

 

4) El agarre del bebé al pecho, distinto al del biberón, favorece el adecuado desarrollo de la mandíbula y las demás  estructuras de la boca, evitando la necesidad de ortodoncias.  También contribuye a la prevención de caries dentales.

 

5) Cuando el bebé succiona del pezón inmediatamente después del parto, produce la liberación de oxitocina en la madre. Esta hormona favorece el desprendimiento de la placenta,  que el útero vuelva a su  tamaño natural, y que haya una menor pérdida de sangre posterior al  parto.

 

6) La producción de leche supone un gasto energético,  mientras se mantiene la lactancia se irán consumiendo las reservas que la madre ha ido acumulando durante la gestación.

 

7) Se favorece el vínculo afectivo madre-hijo.  Existe menor incidencia de depresión posparto porque la lactancia produce una mayor sensación de bienestar en la madre y mejora su autoestima.

 

8.) La  leche materna es  bacteriológicamente segura, está siempre preparada y a la temperatura perfecta. Por lo tanto, se evitan los riesgos de contaminación o errores en la preparación.

 

9) Supone un gran ahorro, debido al precio elevado de los sustitutivos de la leche materna, alrededor de 1500 euros al año.  Los bebés amamantados precisan menos consultas por enfermedad, menos medicamentos y hospitalizaciones.

 

10) La lactancia materna beneficia al medio ambiente. La producción de leches artificiales supone un mayor consumo  de agua, un elevado  consumo de energía para su  producción, transporte y elaboración. Finalmente,   por supuesto, la leche artificial genera muchísimos  más residuos.

 

Nota: La lactancia materna exclusiva se recomienda durante los primeros seis meses de vida y complementarla después de este periodo con sólidos y semisólidos. Investigaciones en México revelan que la lactancia materna disminuye la morbilidad y mortalidad infantil en los países en desarrollo. Este sistema de alimentación en los primeros seis meses de vida evitaría la muerte anual de más de un millón de infantiles.