Felipe Consuelo Soto, el hombre que decidirá si Mexicana es declarada en quiebra o puede seguir operando, le pide al secretario del Trabajo, Javier Lozano, que le informe qué medidas se van a tomar con los trabajadores en caso de que la empresa no vuelva a volar.

 

Además, solicita a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que ratifique de manera oficial su comunicado de prensa del 24 de noviembre, en el que reitera su disposición a coadyuvar en el proceso de reestructura de la aerolínea y confirma su compromiso irrestricto con el cumplimiento de la Ley y la transparencia.

 

Como informó 24-HORAS, el titular de la Secretaría del Trabajo ha dicho en reiteradas ocasiones que los trabajadores se deben preparar para la quiebra de la empresa y que no existe un doble discurso por parte del gobierno.

 

El 23 de noviembre pasado, un día después de que se anunció que Michael Chamas, el libanés que ofreció fondear a Iván Barona para la compra de la aerolínea por 400 millones de dólares, se retiraba de las negociaciones, Javier Lozano reiteró que ellos han sido directos desde el principio.

 

“Estamos hablando de un proyecto que, si no hay inversionista que lo pueda respaldar y no hay activos que también puedan respaldar este proyecto: ¿quién va a terminar pagando los platos rotos? Por supuesto que va a ser el gobierno Federal a través de Nacional Financiera o Bancomext”, dijo. “Desde el principio dijimos: ni directa, ni indirectamente, el gobierno Federal va a invertir los recursos para rescatar a una empresa fallida del sector privado. Lo dijimos desde el día uno, no hay doble discurso”.

 

“Qué falta de sensibilidad social”, dice Felipe Consuelo en entrevista con este diario, al recordar las declaraciones de Lozano, pidiendo a los trabajadores prepararse para lo peor. “Ya váyanse a descansar a su casa, yo me lavo las manos… Solicito que me informe qué medidas se van a tomar con los trabajadores, se están vulnerando derechos humanos, el gobierno debe garantizar el respeto de la seguridad social, condiciones de trabajo y varias otras cuestiones”.

 

Felipe Consuelo Soto giró un oficio el lunes 28 de noviembre en el que le informa al secretario que Mexicana no es propiamente una empresa del sector privado. “Amén de que debe operar por medio de una concesión pública otorgada por el gobierno federal, por ser un área estratégica sujeta al dominio de la nación”.

 

“Hago notar algunas fallas que ha habido en el procedimiento de Javier Lozano”, explica.

 

Y le recuerda que como alto funcionario público del gobierno federal es el encargado de vigilar las disposiciones relativas al artículo 123 y demás de la Constitución, de la Ley Federal del Trabajo y sus reglamentos.

 

“¿Qué medidas vas a tomar para proteger a los trabajadores? Le digo concretamente en cuanto jubilados y jubiladas, dime qué medidas se van a tomar, porque no tienen ISSSTE ni IMSS, algo inusual, sólo hay un fideicomiso, si desaparece, no habrá quién lo alimente. Se quedarán sin jubilación, sin pensión. Es una cuestión delicada, para esas personas y sus familias, que trabajaron toda su vida”, dice en entrevista.

 

Felipe Consuelo también le pide a Dionisio Pérez-Jácome, titular de la SCT, que en el ámbito de sus facultades y deberes constitucionales, cumpla realmente con lo que anuncia a los medios de comunicación.

 

“Que brinde en la realidad las facilidades, asesoría y apoyo a los inversionistas”, anota en el documento.

 

–¿Qué es lo que ha pasado con el dinero? Todos dicen que lo tienen, y de pronto se cancela la operación–, recuerda el reportero.

 

–El problema es, ok, ellos quieren que yo traiga mi dinero, etiquetado, pero eso me va acotar a mí, se congelan los fondos. Si traigo el dinero, y resulta que me dicen tú no tienes las capacidades, o te falta esto o lo otro, o me dicen de plan o que no voy a ser el que va a adquirir mexicana, voy a tener problema con mi fondeador.

 

Todo mundo tiene temor que a la hora de la hora lo bloqueen y se queden con el crédito y no puedan avanzar.

 

Hay que darles un poquito de confianza, que los inversionistas tengan la tranquilidad de que su inversión será buena.

 

–¿Quiénes siguen interesados?

 

–Ayer vino Union Swiss. Iván Barona todavía. El grupo de Humberto Lobo, Lomex, y otro grupo que es todavía confidencial. Todos tienen interés, unos están más avanzados que otros.