Como un diagnóstico sobre las preocupaciones estéticas, filosóficas y artísticas de los artistas contemporáneos, definió Osvaldo Sánchez, director del Museo de Arte Moderno, a la exposición Tiempo de Sospecha. Un ejercicio sobre comunicación mediática, sistemas de conocimiento e información.

 

Osvaldo Sánchez,  director del MAM, dijo que  la muestra tiene una gran fuerza crítica y da cuenta de cómo en el mundo moderno han sido corporatizados los discursos de muchos medios de comunicación, cuya primera prioridad debería ser el informar. “Varias de las piezas reproducen incluso la correlación numérica de la palabra en cada medio, dando cuenta de los formatos que asumen muchos medios al participar en estrategias y discursos corporativos”. La inauguración es este jueves por la noche.

 

Entre las obras que el público podrá apreciar se encuentra un círculo de monotipos de imprenta unidos por chicle, una serie de fotografías censuradas con pintura negra, un gran manto tejido a base de billetes de diversas denominaciones, una video instalación en el que se estructuran imágenes eróticas, así como el proceso de tres noticias publicadas en periódicos que son cartografiadas y recompuestas en un lienzo.

 

Algunos de los artistas participantes son Agustín González, Erick Meyenberg, Daniel Alcalá, Ilan Lieberman, José Miguel González Casanova, Máximo González, Emilio Chápela, Arcángel Constantini, Leo Marz, Luis Carrera-Maul, Carlos Aguirre, Anette Kuhn y Demian Flores.

 

También colaboran Benjamín Torres, Pablo Rasgado, Iván Edeza, Pablo López Luz, Enrique Santos, Saúl Villa, Manuel Rocha, Marco Rountree, Pablo Helguera, Arturo Hernández Alcázar, Osvaldo Sánchez e Iñaki Bonillas.

 

Osvaldo Sánchez mencionó que otras de las temáticas que plasman las obras de la muestra son la presencia del Internet más allá del avance tecnológico, la vitalidad política de la imagen mediática, así como la construcción de un imaginario a través de propuestas que no son comunes, creando mitos a partir de una idea mercadológica.

 

“El concepto curatorial de esta exposición se realiza a partir de visitas a los propios estudios de los artistas para articular un discurso, por ello cuenta con una gran diversidad de autores de distintas generaciones, quienes trasparentan a través de su trabajo varias de las preocupaciones del entorno sociocultural, político y económico de nuestro país”.

 

El curador Víctor Palacios señaló que el título de la exposición surgió a partir del libro del teórico ruso Boris Groys, quien se ha dado a la tarea de analizar nuestra relación con los medios de comunicación, explicando cómo estos producen una sensación de sospecha en cuanto a la manipulación que sufre la información en el mundo contemporáneo.

 

“Es algo que a nivel político y social se da cada vez más claramente y por ello los medios de comunicación tienen actualmente ese poder casi omnipresente en nuestras vidas, la gran pregunta sería, quién puede dar un contrapeso a tal influencia”.

 

Agregó que en la exposición se aborda también la manera en que se han desarrollado en la primera década del siglo XXI las maneras de asumir y recodificar la intromisión de lo popular y lo mediático en los ámbitos intelectuales y artísticos, a partir de la indagación en los fenómenos actuales de información.

 

“En este aspecto, las propuestas de los artistas abarcan medios considerados tradicionales como periódicos, televisión, cine y revistas, incluyendo los archivos generados en la era digital, a través de internet, las redes sociales y su influencia en el contexto moderno”.

 

Finalmente, Gabriela Velázquez, directora de la Fundación Bancomer, destacó que este apoyo de la iniciativa privada ha creado un puente muy importante para el respaldo de la cultura nacional.

 

“Nuestra convicción es apostar por la comunidad artística y por las nuevas propuestas que están enriqueciendo la escena del arte contemporáneo en México”, concluyo.

 

Tiempo de Sospecha. Un ejercicio sobre comunicación mediática, sistemas de conocimiento e información se inaugura este jueves 1 de diciembre en el Museo de Arte Moderno, donde permanecerá hasta 2012.