LOS ÁNGELES. Conrad Murray, quien fuera el médico personal de Michael Jackson, fue sentenciado hoy a la pena máxima de cuatro años de prisión por la muerte del cantante ocurrida el 25 de junio de 2009.

 

En la audiencia celebrada en la Corte Superior de Los Ángeles, el juez Michael Pastor, tras negarle la libertad condicional, emitió este día la resolución después de que el pasado 7 de noviembre un jurado lo encontró culpable de homicidio involuntario.

 

Murray, quien fue enviado a la prisión del condado de Los Ángeles, con base en las leyes del estado podría salir en libertad al estar dos años tras las rejas, y hasta por la sobrepoblación su estancia podría ser menor.

 

Así, el juez Pastor le negó la libertad condicional que le había solicitado la defensa de Murray porque, dijo; “Con el serial de acciones que no entran en lo que pudo ser un error involuntario no se le puede ofrecer ese beneficio”.

 

El galeno fue acusado de la muerte de Jackson por haberle administrado medicamentos controlados que le llevaron a la muerte y que le servían para combatirle un severo insomnio a causa de otros medicamentos.

 

En la audiencia, no se resolvió sobre la demanda de la fiscalía para que Murray restituya 100 millones de dólares por las pérdidas de ingresos y salarios que sufrieron los bienes de Jackson, quien se preparaba para cumplir una gira de 50 conciertos en Londres.

 

La fiscalía también exigió que Murray cubra el millón 800 mil dólares que costaron los funerales de Jackson, sin embargo los abogados de la defensa esgrimieron que el monto le seria imposible cubrir al médico, por lo que el asunto quedó para una audiencia posterior.

 

Antes de que se conociera la sentencia, el fiscal David Walgren señaló que Murray cometió numerosos errores: “Jugo una ruleta rusa todos los días con la vida de Michael Jackson”, puntualizo.

 

Walgren leyó un escueto comunicado de la familia Jackson, encabezada por la madre Katherine, en el que expresó que la familia se sintió decepcionada y traicionada por Murray, al tiempo que señaló que los hijos de Michael seguían sufriendo por su ausencia.

 

El juez Pastor hasta criticó el video que antes de ser arrestado Murray difundió en la televisión de Estados Unidos, en el que señalaba que no se sentía culpable ni había cometido nada equivocado. “Eso demuestra que no tenía ningún sentimiento de culpa ni remordimiento”.

 

En la audiencia, Murray, quien volvió a presentarse con su traje gris perla y camisa azul claro y corbata gris, se mostraba demacrado y en momentos se le vio que estuvo a punto de derramar lágrimas, lo que pudo contener.

 

Al final de la audiencia fue llevado por alguaciles del sheriff y sin ser esposado al ponerse de pie todavía lanzó con las manos un beso imaginario a asistentes no identificados que acudieron a la sala en su respaldo.

 

El juez Pastor expresó que Murray cometió una “flagrante negligencia médica y horrible violación de confianza que registró egregios descuidos que ratificaron que en la sentencia de culpabilidad todo quedó más allá de la duda razonable”.

 

Tras negarle el derecho a la libertad condicional, Pastor manifestó que Murray cometió un insulto a su profesión médica porque sus acciones no fueron aisladas sino por el cúmulo de acciones médicas irresponsables atribuibles sólo a Murray. (Notimex)