Mercenarios contratados por la Sección de Asuntos de Narcóticos de la embajada de Estados Unidos en México enseñan a 20 miembros de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de la Función Pública (SFP) a vigilar y rastrear sospechosos con tecnología de punta.

 

El curso de intercepción electrónica y de audio comenzó ayer y termina el 2 de noviembre. Operaciones de video vigilancia, se cursará entre el 5 y el 9 de diciembre.

 

Los cursos incluyen también el uso de internet y cámaras para grabar evidencias que puedan ser utilizadas en contra de la delincuencia o como pruebas en alguna investigación en marcha.

 

Se espera que las técnicas de espionaje y uso de equipos, que se están dando en Estados Unidos, sean aprendidas por los mexicanos hasta el 30 de marzo de 2012.

 

Como informó ayer 24-HORAS, el gobierno de Estados Unidos comenzó a invitar a contratistas a participar en las diversas misiones de seguridad que realiza en México, tal y como lo hace desde hace años en Pakistán y Afganistán, por ejemplo. La Conter Narco-Terrorism Program Office (CNTPO) tiene unos tres mil millones de dólares disponibles para, entre otras cosas, entrenar a miembros de élite las Fuerzas Armadas de México técnicas avanzadas de manejo, así como varios entrenamientos de vuelo y mantenimiento de helicópteros y aviones para diversas dependencias.

 

El pasado 4 de noviembre, la Sección de Asuntos de Narcóticos (NAS, por sus siglas en inglés) lanzó la convocatoria a los contratistas interesados, para que mandaran sus propuestas.

 

“Esta solicitud es para apoyar al gobierno anfitrión de México como parte de la Iniciativa Mérida”, indica el documento que salió desde las oficinas que dirige el embajador Anthony Wayne.

 

El contratista, explica la Sección Asuntos de Narcóticos, debe proveer mano de obra, servicios, supervisión y todo lo necesario para cumplir con los requerimientos.

 

Un grupo ex miembros de las Fuerzas Especiales de Reino Unido preguntó si podía concursar, a lo que la embajada respondió que el contrato no requiere que el personal sea obligatoriamente de ciudadanos estadunidenses; por lo mismo, no se excluye la participación de expertos de otras naciones.

 

El contratista prestará cámaras de video y material costoso para utilizarse durante los cursos, y seguirán siendo de su propiedad cuando terminen las clases. Se refieren, por ejemplo, a las computadoras y a las grabadoras nocturnas (como la PTZ network camera), cámaras especiales para trabajar sobre el protocolo de internet y las de esfera que cuelgan en los techos de varias dependencias y sitios públicos.

 

Sin embargo, también debe darles kits de entrenamiento a los miembros de la SSP, SFP y PGR, herramientas que se quedarán como parte de su equipo de trabajo. Como el kit básico para los talleres de audio y video que incluye, entre otras cosas, un cuchillo retractable, una lupa, desarmadores de joyero, equipo para soldar, cortadores de cables, multímetro digital y lentes de protección.

 

Principios básicos

 

La embajada dice que los estudiantes deben tener un entrenamiento que les permita estar familiarizados con los principios básicos necesarios (eléctricos y mecánicos) para operar y reparar equipo para interceptar audio, que incluye: electricidad básica, circuitos y baterías.

 

También incluye cómo diseñar y construir una fuente de poder independiente; uso de trasmisores gusano, micrófonos, grabadoras digitales, amplificadores y repetidoras; transmisión de señales, así como entender los diversos formatos de audio. Además, se busca que sean capaces de cablear un espacio para operaciones; almacenaje, mantenimiento e inventario de equipo, y la planeación de operaciones técnicas.

 

 

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