Ecuador decretó la alerta naranja en la zona aledaña al volcán Tungurahua, que ayer entró en erupción y que hoy mantiene una actividad “alta”, aunque no se han ordenado evacuaciones forzosas, según dijo la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.

 

 

Tras declarar ese nivel de alerta, la segunda máxima tras la roja, se pusieron en marcha los planes de contingencia y también se han dispuesto los refugios, pero “todavía no hay ninguna acción de evacuación”, dijo una fuente de la Secretaría, que pidió no ser identificada.

 

 

Los expertos de esa entidad analizarán la evolución del volcán para determinar si es necesaria la salida de las personas que viven en sus faldas, que son muy productivas por el efecto fertilizante del material volcánico.

 

 

Por ahora permanece cerrada tan solo la carretera que une las localidades de Baños y Penipe.

 

 

Esta mañana tres pequeños flujos piroclásticos descendieron por el sur del volcán, localizado en los Andes y que está coronado por una columna de ceniza de hasta tres kilómetros de altura, la cual muestra una dirección variable entre nor-este, sur-este y este, según el Instituto Geofísico.

 

 

El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud, inició su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado periodos de gran actividad con lapsos de relativa calma.

 

 

Hoy a las 02.00 hora local (07.00 GMT) expulsó material incandescente que cubrió todos sus flancos y desde las 05.00 (10.00 GMT) produce bramidos casi constantemente “de intensidad moderada a alta”, que han provocado vibraciones de ventanales hasta una distancia de 14 kilómetros.

 

 

Además, expulsa material incandescente en forma de bloques y fuentes de lava, que descienden un kilómetro desde el cráter, según el Instituto.

 

 

El coloso, a 135 kilómetros al sur de Quito, reactivó su actividad el domingo, cuando registró cuatro seísmos de origen vulcano-tectónico, seguidos por dos explosiones pequeñas y tres grandes. (EFE)