El contagio de la crisis de deuda soberana europea se difunde de los países periféricos a los centrales y tiene un “fuerte” impacto social, reconoció hoy aquí el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

 

Durante una comparecencia en la Cámara de Diputados italiana, Rehn dijo que “es urgente y necesario alcanzar resultados” al afrontar la crisis del euro.

 

“Italia tiene ante sí retos formidables debido a antiguas debilidades. Además del consolidamiento presupuestal son necesarias medidas ambiciosas para impulsar el crecimiento, garantizando la equidad social”, anotó.

 

Subrayó que “el contagio de la crisis de las deudas soberanas se está difundiendo de los países periféricos a los centrales, corazón de la Unión Europea”.

 

Dijo que la recuperación económica que se había visto hasta 2009 ahora está en una fase de estancamiento, y advirtió que la crisis tiene un “fuerte” impacto social, que se traduce en el aumento del desempleo, sobre todo entre los jóvenes.

 

“Preocupa sobre todo la desocupación juvenil tan elevada, un desperdicio enorme de talentos que Europa no se puede permitir”, resaltó.

 

Advirtió que Italia es uno de lo países “más comprometidos” a apoyar el “método comunitario”.

 

El vicepresidente de la Comisión Europea también reconoció que la fuerte oposición, en especial de Alemania, a la adopción de instrumentos de deuda comunes, como los eurobonos, requiere aún “muchos esfuerzos” para convencer sobre sus méritos.

 

“Se requieren muchos esfuerzos antes de que la opinión pública alemana o de otros países se convenza de los méritos de este instrumento”, anotó.

 

Rehn realizó hoy una visita de pocas horas a Roma, durante la cual también se reunió con el primer ministro italiano Mario Monti.